El conductor poniendo en práctica su truco
Alcoholemia
El secreto de un conductor bebido para no dar positivo en un control de alcoholemia: «¡Funciona!»
Atrás quedan las pastillas de menta o los chicles, este conductor muestra lo que toma en un control para no dar positivo tras beber
Independientemente de dar o no dar positivo en los controles de alcoholemia conviene saber que el alcohol está presente en casi la mitad de los fallecidos por accidente de tráfico, de acuerdo con estadísticas publicadas en la Memoria del Instituto Nacional de Toxicología y Ciencias Forenses.
Tal y como puede explicarte cualquier médico, la razón es muy sencilla, más allá de la sensación de euforia y falta de riesgo en el conductor, el alcohol ralentiza la coagulación de la sangre, esto supone que sea mucho más sencillo que un herido se desangre en la propia carretera, un problema dramático desde el punto de vista de la seguridad vial.
Perder mucha sangre
Con este panorama es lógico que las autoridades disparen el número de controles de alcoholemia, lo que no quita que los cuatro conductores de siempre que confían en el «yo controlo», sigan consumiendo alcohol antes de ponerse al volante.
El joven se come un ajo junto a un bocadillo y agua
En este caso unos jóvenes al volante de un Volkswagen que llevan bebiendo durante horas pasan por un control de alcoholemia. La única idea que se les ocurre ante el más que previsible positivo del conductor es comer ajo.
Un buen diente de ajo
El conductor pela un diente de ajo de tamaño generoso y lo mastica con desagrado junto con agua y un bocadillo, aunque al final no puede y termina por escupirlo. No parece una gran idea pero tal y como dicen ellos mismos tampoco tienen muchas alternativas.
El momento de la verdad: soplando
Curiosamente cuando le toca soplar y se le acerca una agente, el conductor arroja una tasa negativa, un hecho que los ocupantes achacan a los poderes del ajo en la boca, que genera tantos vapores muy fuertes que neutraliza el ajo del aliento.
No dudamos de su eficacia, pero resulta un tanto complicado creer que pueda funcionar con los etilómetros de última generación que ya se están utilizando en España y en general en el resto de Europa.
