En las autopistas de peaje siempre llega la hora de pagar
Práctico
Varias autopistas de peaje españolas van a tener que dejar de cobrar a los conductores y devolverles lo pagado
Actualmente, en España quedan una treintena de autopistas de peaje que van a tener que 'ponerse las pilas' si no quieren tener un problema con los conductores que las usen
Los peajes de carretera en España nacieron en 1969 con la autopista A-19 en el tramo entre Mataró y Montgat, una actividad que no fue legislada hasta 1972. Este sistema de pago por uso de determinadas carreteras nació para financiar el coste de estas grandes obras públicas sin que el Estado tuviera que desembolsar dinero.
El funcionamiento ha sido siempre muy similar: el Estado saca a concurso la construcción de una determinada autopista y ofrece su explotación a la empresa constructora como contraprestación por un período que va de 20 a 25 años, en función de la autopista.
Concurso público
El gran boom de las autopistas fue en los años 80, cuando se construyeron cientos de tramos de pago, que han ido caducando con el paso de los años aunque en muchas de ellas el Estado optó por renovar la concesión a cambio de determinadas obras de modernización, lo que ha traído hasta hoy decenas de autopistas de peaje en España.
Muchos de los peajes han ampliado la concesión inicial
Pero hace solo unos días que una sentencia judicial puede cambiar la historia de los peajes, de hecho deja en el aire peajes como el del Huerna en Asturias o el de la AP-9 en Galicia, y es que la sentencia defiende el derecho a circular de los conductores en caso de que les vayan a cobrar por hacerlo.
Derecho a circular
El proceso judicial en concreto comienza en febrero de 2015, cuando la empresa Autopistas del Atlántico (Audasa), encargada de la explotación de la AP-9, la autopista que une Ferrol y Vigo en Galicia, lleva a cabo unas obras muy complejas para la ampliación de la calzada del puente de Rande, en Vigo, con un carril más.
Como consecuencia de estas obras, que duraron hasta 2018, la propia DGT registró más de 200 retenciones importantes, de las cuales más de 80 fueron especialmente graves y obligaron a los conductores a detenerse durante más de 30 minutos.
La situación comenzó en el puente de Rande, en Vigo
Entonces se abría un procedimiento judicial contra la práctica de seguir cobrando el peaje a los conductores en una carretera en la que no se puede asegurar ni la seguridad de su uso ni la fluidez en el tráfico.
No todo vale
Ahora la sentencia no deja lugar a dudas y pide a los conductores que si conservan el ticket reclamen el importe abonado, pues la empresa adjudicataria debería devolver parte del importe del peaje en función del tramo de autopista utilizado.
La sentencia no solo no ha pasado desapercibida, sino que ha sentado jurisprudencia y en breve podría aplicarse a otras autopistas como la del Huerna (AP-66) en Asturias, donde los conductores han tenido que seguir abonando el peaje a pesar del desprendimiento que ha impedido hacer un normal uso de la misma durante los últimos años.
Los atascos en el Huerna también dejan en el aire los peajes
Una sentencia que podría aplicarse incluso en caso de atasco por colapso de la carretera, como ha ocurrido en numerosas ocasiones en autopistas de pago como la AP-6 en Madrid, cuando nieva ligeramente. Al final, el resumen es que los conductores están obligados a pagar por recibir un servicio, pero el mismo debe estar asegurado, en este caso la correcta circulación con el coche.