España tiene una larga tradición de coches oficiales

España tiene una larga tradición de coches oficiales

Curioso

La política que se mueve en un coche oficial de hace 25 años aunque no tenga etiqueta

A la espera de los dos nuevos coches eléctricos que ya están comprados, esta política se mueve en un coche del año 2000

Citroën es una marca que tradicionalmente ha tenido una importante vinculación con Galicia. De hecho, desde 1958 la firma comenzó a producir en Vigo el Citroën 2CV variante AZU, una planta que sigue todavía en funcionamiento y que a día de hoy está considerada como la planta del grupo Stellantis con mayor mejor ratio de producción por metro cuadrado.

De hecho, cuando Feijóo era presidente de la Xunta, utilizaba un DS blindado, un vehículo del grupo Stellantis, actual propietaria de Citroën.

Coche oficial

Sus predecesores en el cargo también utilizan vehículos de Citroën, así el espantoso C6 blindado utilizado por Emilio Pérez Touriño se hizo popular en su momento hasta que se compró un Audi A8 blindado de medio millón de euros que le provocó serios problemas de popularidad.

El Citroën Xantia Activa era un coche admirado por su eficacia

El Citroën Xantia Activa era un coche admirado por su eficacia

Citroën ha mantenido durante todos estos años una vinculación muy cercana con las instituciones gallegas. De forma, que sus coches se han convertido en vehículos oficiales de gran número de ayuntamientos y organismos públicos.

No es histórico, es viejo

Goretti Sanmartín, la alcaldesa de Santiago de Compostela, ha sacado temporalmente del garaje un viejo Citroën Xantia con más de 200.000 kilómetros que usaba como vehículo oficial el alcalde de la época, José Sánchez Bugallo.

En su momento era un vehículo revolucionario con un precio de 27.000 euros y un motor de 195 caballos de potencia. Se trata de la versión Activa que montaba una sofisticada suspensión hidroneumática que entonces era una de las señales de identidad más importante de la marca francesa.

En su momento era una verdadera máquina

En su momento era una verdadera máquina

Esta suspensión vio la luz en los años 60, y se retiró del mercado porque filtraba tanto las sensaciones que los conductores no eran conscientes de la velocidad a la que circulaban y se estrellaban. Para hacernos una idea de su funcionamiento, esta suspensión reaccionaba frente a las curvas y estabilizaba la carrocería, para que no el coche no se inclinara lo más mínimo, con lo que el conductor no se enteraba de nada.

Volvió al mercado en los 2000 en este coche, lo que lo ha convertido en un vehículo muy especial, en este caso el término Activa significa que reacciona en plena curva, mientras que el resto de suspensiones son pasivas, reaccionan pasivamente. En este caso, la marca permitía ciertas inclinaciones para que no ocurriera lo mismo.

La alcaldesa de Santiago lo usa de manera temporal hasta que el consistorio reciba los dos Renault Megane eléctricos que ha adquirido bajo la modalidad de renting para los dos próximos años.

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