Cada vez hay más gasolineras de tipo low cost
Carburante
Ni low cost ni premium: las gasolineras en las que nunca debes repostar tu coche
La guerra respecto a la calidad de las gasolinas está más viva que nunca, aunque conviene saber cuáles son las que debemos evitar siempre
Hace ya años que la guerra está servida entre las gasolineras low cost y las gasolineras tradicionales, las primeras nacieron hace una década y ya son más de la mitad de las estaciones de servicio españolas, pues cada vez más conductores hacen uso de las mismas atraído por su bajo precio.
Lógicamente, la calidad de unas y de otras es objeto de discusión, pues mientras que las estaciones premium tratan de hacer valer que su combustible es mejor, las low cost explican que es el mismo, pues el origen es común.
¿Misma calidad?
Se trata de un discurso que se rompió el día que algunas petroleras premium entraron en el negocio de las low cost creando su propia marca de bajo precio o comprando alguna ya establecida, lo que no quita que muchos conductores sigan pensando que un carburante es mejor que el otro.
Al final la clave está en demostrar que el carburante es el mismo
Un grave error que mueve el foco del punto de interés, y es que el problema de los carburantes y las consecuencias que pueden tener en un vehículo no depende de su precio, sino de las impurezas que lleva en suspensión.
El problema no es el precio
Este es el verdadero problema, pues no hay filtro que pueda limpiar determinadas partículas que son demasiado finas y que pueden generan muchos problemas en los motores, pues además de atascar los inyectores dejan ya restos para siempre en el sistema de alimentación de carburante de un vehículo.
La clave está en huir de gasolineras poco cuidadas
Precisamente las estaciones de servicio que más problemas tienen en este sentido no son las premium ni las low cost, sino que son las gasolineras antiguas que no tienen un mantenimiento correcto. Esto provoca que en sus tanques se acumulen las impurezas que con posterioridad acaban en el depósito de los coches, provocando averías muy caras.
Así que conviene dejar claro que el problema no está tanto en la marca de la estación de servicio o en si es low cost o no como en lo antigua que es una gasolinera y el mantenimiento que han tenido sus tanques, en los que se almacena el carburante antes de dispensarlo.
