Rosendo Naseiro (1935-2023)
Descargador de carbón, tesorero del PP y coleccionista de arte
Fue absuelto de todos los cargos por la ilegalidad de las escuchas telefónicas que dieron lugar a su imputación
Nació en Villalba (Lugo) el 11 de junio de 1935 y falleció en Madrid el 12 de octubre de 2023
Rosendo Naseiro Díaz
Saltó a la fama por su papel en la financiación irregular del Partido Popular. Menos conocida era su faceta de coleccionista.
Corría el mes de enero de 2017 y en el Congreso de los Diputados, en el marco de una comisión de investigación, comparecía el empresario Rosendo Naseiro Díaz, de 81 años, extesorero del Partido Popular (PP) entre 1987 y 1990. Los hechos por los que era interrogado remontaban a casi tres décadas y Naseiro había sido absuelto por ellos: no era tanto que el Tribunal Supremo hubiera emitido un certificado de virtudes en su favor, sino que estimó que las escuchas telefónicas que permitieron imputarle por financiación ilegal de partido y compra de votos habían sido realizadas al margen de lo establecido por la legislación vigente.
Por lo tanto, los hechos, materialmente, existieron. Y cuando estalló el caso Naseiro, en abril de 1990, el estruendo en la vida política fue inmenso: el PP acaba de completar, apenas una semana antes, en el congreso celebrado en Sevilla –durante el cual Manuel Fraga traspasó el mando a José María Aznar– una refundación iniciada en enero de 1989. Por eso, la detención de Naseiro puso en duda la capacidad de la nueva formación para convertirse en alternativa a un PSOE cuya estancia en el poder ya empezaba a alargarse. El episodio dio, incluso, lugar a insólitas anécdotas como aquella de la hija de Naseiro, Mari Paz, denunciando la desaparición de su padre.
Este último, militante de base de Alianza Popular, había sido designado tesorero de aquella formación. Y había conservado sus funciones a raíz de la refundación. Como declaró en la comparecencia de 2017 –en la que fue sometido, en pleno caso Gürtel, a un interrogatorio implacable por parte de una izquierda desatada–, en reorganizar la financiación de un partido que, en su opinión, «era un desastre». Pese a contratar los servicios de un «despacho profesional» –siempre según sus propias palabras–, controlaba el proceso en última instancia, utilizando métodos poco ortodoxos.
Como heterodoxa fue su propia trayectoria vital: nacido en una humilde familia del municipio lucense de Villalba, desde muy joven trabajó en dos tintorerías, descargó carbón con 17 años, se mudó a Alicante durante un tiempo, y terminó creando un próspero negocio de lavandería. Mas la originalidad de Naseiro, que trascendía el mero relato del empresario hecho a sí mismo, era su fino olfato por el arte pictórico español de los siglos XVIII y XVIII. Discretamente, pero con constancia, fue acumulando una colección –cuyo valor fue estimado en 26 millones de euros– en la que destacaban, entre otras piezas, cuatro cotizados bodegones de Juan Fernández «El labrador». Fue expuesta en el Museo del Prado.
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