Fernando Díaz Esteban (1925-2023)

Maestro de hebraístas españoles

Aportó importantes novedades sobre un avanzado plan de retorno de judíos a España en el siglo XVIII y culminó su trayectoria con un sillón de académico de Número en la Real de la Historia

Nació en Badajoz el 25 de enero de 1925 y falleció en Madrid el 10 de octubre de 2023

Fernando Díaz Esteban

Comenzó su trayectoria en Madrid, la continuó en Barcelona como catedrático a partir de 1970 antes de volver a la Universidad Complutense en 1985.

Cuando, en abril de 2004, Fernando Díaz Esteban tomó posesión como académico de Número de la Real de la Historia, su discurso de ingreso llevaba por largo título «El frustrado retorno de los judíos en el siglo XVII: nuevos documentos, manuscritos inéditos procedentes de dos fuentes, una de las cuales son las cartas dirigidas al conde-duque de Olivares por el fraile predicador Tello de León, aspirante a espía». En aquel trabajo desarrollaba lo que fue, probablemente, su principal aportación novedosa a los estudios hebraístas en España: la aptitud de la Monarquía hispánica a organizar el retorno de los judíos que habían sido expulsados siglo y medio antes.

No tanto por un hipotético giro doctrinal la Inquisición seguía plenamente en vigor como para que el entonces Imperio español –empezando por la Península– pudiera beneficiarse del éxito comercial e intelectual obtenido por los descendientes de los judíos que se marcharon. La otra fuente, además de la correspondencia entre Tello de León y Olivares, que usa Díaz Esteban para sostener su tesis fue un documento que halló en Cuenca y en el que se fijaban las condiciones para el retorno. Al final, el ambicioso proyecto que, probablemente, hubiera dinamizado la economía española no se llevó a cabo.

El trabajo de Díaz Esteban fue la culminación de una densa obra académica iniciada más medio siglo antes al elegir la especialidad de Filología Semítica, que agrupaba, por entonces, al árabe y al hebreo, y en la que persistió hasta ser nombrado profesor ayudante de la Universidad de Madrid y becario del Consejo Superior de Investigaciones Científicas a su vuelta del servicio militar, que cumplió en Marruecos a petición propia. Como subraya la profesora Ana María Bejarano en la entrada que dedica a Díaz Esteban en el Diccionario Biográfico de la Real Academia de la Historia, los primeros nombramientos del futuro académico «tenían una asignación económica simbólica y sólo valían como mérito, por lo que para ganarse la vida impartía clases en las academias particulares de bachillerato». «De la enseñanza privada», prosigue, Díaz Esteban «pasó, mediante las duras y difíciles oposiciones libres, a las cátedras de instituto y a las de universidad, muy escasas. El pluriempleo de la época lo tenía así ocupado en la Universidad, el Consejo y las academias de bachillerato».

El esfuerzo, en todo caso, mereció la pena: Díaz Esteban obtuvo su primera cátedra en 1970 por la Universidad de Barcelona, donde creó el Instituto de Estudios Orientales, antes de volver a Madrid, a la Universidad Complutense, en 1985. En todos sus cargos, académicos y también asociativos, obró por el relanzamiento de los estudios hebraicos en España, tanto en su vertiente lingüística como historiográfico: decenas de trabajos le avalan.

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