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29 de abril de 2024

Joan Jara, en una conmemoración del golpe de Estado en Chile

Joan Jara, en una conmemoración del golpe de Estado en ChileEFE

Joan Jara (1927-2023)

La brillante bailarina que se casó con Víctor Jara

Llegó a Chile en 1960, poco antes de conocer a Víctor Jara, con el que tuvo una hija

Joan Jara, en una conmemoración del golpe de Estado en Chile
Nació en Londres el 20 de julio de 1927 y falleció en Santiago de Chile el 12 de noviembre de 2023

Joan Lara

Bailarina desde finales de los cuarenta, llegó a Chile en 1960 y se exilió en 1973, después del golpe de Estado del general Augusto Pinochet. Volvió para siempre una vez restaurada la democracia, luchando sin descanso por saber la verdad acerca del asesinato de su marido, Víctor Jara.

Joan Jara no habrá podido vivir lo suficiente para ver sentado en el banquillo a uno de los agentes que torturaron a muerte, en el estadio Chile de Santiago, a su marido, el cantautor y militante comunista Víctor Jara, en los días posteriores al golpe de Estado que derrocó a Salvador Allende el 11 de septiembre de 1973. Será a finales de este mes, el 28 para ser precisos, cuando aterrice en el país andino, extraditado por Estados Unidos, el teniente Pedro Barrientos, uno de los seis a los que la Corte Suprema de Chile condenó por asesinato hace 10 años.
A Barrientos se le acusa de haber jugado jugó a la ruleta rusa con Jara, trágica acción que culminó con un disparo en la nuca, tras lo cual ordenó a sus hombres que acribillaran el cuerpo. En 2016, un tribunal federal de Florida declaró a Barrientos culpable de tortura y asesinato, a raíz de una demanda civil presentada por Joan. El acusado había marchado a Estados Unidos con un visado turístico. Allí contrajo matrimonio con una oriunda, lo que le permitió adquirir la nacionalidad estadounidense. De ahí la complejidad de su proceso de extradición.
Pero también es la recompensa de años de esfuerzo por parte de Joan, cuya primera querella fue presentada allá por 1978. Por entonces, ya llevaba cinco años exiliada con sus hijas en Londres, su ciudad natal. Así lo hizo, por recomendación de la embajada británica en Santiago de Chile, unos días después del golpe de Estado.
Tenía grabada en la memoria la última conversación telefónica mantenida con su marido. «Víctor me llamó para decirme que no podía llegar a casa por el toque de queda, que me quería y me instaba a quedarme en casa y cuidar de las niñas. Lo que no me dijo es que no podía irse porque la universidad estaba rodeada de tanques y sitiada». El cantautor tampoco precisó a su mujer que se encontraba entre los cerca de 800 estudiantes y profesores que habían sido trasladados al estadio Chile, un recinto de conciertos convertido en improvisado campo de concentración de los opositores más notorios del nuevo régimen. Las autoridades terminaron por entregarle el cuerpo de su marido, a condición de enterrarlo en la más absoluta discreción.
Joan Alison Turner era una reputada bailarina que llegó a Chile en 1960 como esposa de su compañero de escenario, el chileno Patricio Bunster. Pero el matrimonio se separó poco después. Fue entonces cuando conoció a Víctor Jara, con el que tuvo una hija –la segunda para ella, la primera para él– antes de casarse con él en 1964
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