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26 de abril de 2024

Unas líneasEduardo de Rivas

Sánchez perdió su oportunidad

Feijóo ha entrado con fuerza y ha captado pronto la atención del votante de derechas, ansioso por que cambien las cosas

Actualizada 05:06

Hoy es 11 de abril y en Moncloa amanecen con encuestas. Lunes Santo, aunque esa fecha no signifique mucho hoy día en el palacio presidencial. Dicen más los números que se manejan en los despachos y que son nuevos para los ciudadanos pero no para los que llevan las cuentas. En los pasillos hay preocupación. La crisis del PP no ha sido tan fuerte como esperaban y la llegada de Feijóo hace pensar a más de uno que han desaprovechado una oportunidad perdida.
Resuenan aún las palabras de Sánchez en el Congreso, cuando, con cierta sorna, le decía a un Pablo Casado tocado y casi hundido que no aprovecharía el mal momento de la oposición para llamar a las urnas. Todavía se acuerda alguno de la sonrisa pícara que se le escapó al presidente del Gobierno cuando un periodista le preguntó directamente si convocaría elecciones.
¿Y si…?
La oportunidad de acudir a las urnas y reforzar (o no) el gobierno Frankenstein estaba sobre la mesa, pero ese escenario ya no existe. Feijóo ha entrado con fuerza y ha captado pronto la atención del votante de derechas, ansioso por que cambien las cosas. Si en la anterior encuesta que publicó El Debate, cuando el presidente gallego solo era una opción para el PP, el electorado se mostraba indeciso, ahora está convencido de que la mejor opción viene de Galicia. Ya supera lo que consiguió Casado en 2019 y se habla de un empate técnico entre PP y PSOE.
Sánchez ya perdió su oportunidad de disfrutar fácilmente de cuatro años más en Moncloa. Se tiró un triple y no tocó ni aro, como cuando jugaba al baloncesto. Convocar ahora las urnas sería para el presidente del Gobierno como dispararse en un pie, pero apoltronarse hasta diciembre de 2023 esperando que cambie el escenario tiene mucho riesgo, porque si Feijóo se asienta como alternativa significaría su muerte política. Y vale que Sánchez es un maestro en eso de resistir, pero no le va a quedar otra que elegir: susto o muerte.
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