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28 de abril de 2024

Vidas ejemplaresLuis Ventoso

¿Conoces la Teoría del Gran Trasvase?

El PP quiere ser como el PSOE de la época de González y el Partido Socialista, como una especie de Podemos bis

Actualizada 09:20

La política española puede haberse vuelto exasperante. Pero no se le puede negar que resulta entretenida, al menos en el sentido de la famosa maldición apócrifa que se les atribuye a los chinos: «Ojalá vivas tiempos interesantes». Entre sus muchas curiosidades figura lo que hemos bautizado aquí como la Teoría del Gran Trasvase.
Esta tesis, que no tiene que ver con el regadío, sino con la política, me vino a la cabeza divagando con un amigo en la cháchara del café. Dejándola en su esqueleto, puede resumirse así: el actual PP es el PSOE de Felipe González; el PSOE de Sánchez se ha convertido en Podemos bis y Vox es la AP de Manuel Fraga.
¿No lo creen? Pues es así. El PP ha llegado a la conclusión de que para ganar las elecciones tiene que pescar en los caladeros de votantes socialistas desencantados. Acorde a esa estrategia ha decidido soslayar lo que se ha dado en llamar «la batalla de las ideas». Es decir, ha renunciado a ofrecer en campaña a la sociedad española un paradigma mental diferente al del supuesto consenso izquierdista (eso que la jerga zurda llama «el progresismo»).
El argumento del actual PP es que lo primero es ganar y luego ya se procederá a desmontar la ingeniería social de la izquierda cuando toque (si es que alguna vez toca). Al renunciar a ocuparse de las cuestiones de gran fondo –¿qué modelo de familia, educación, libertades y moralidad necesitamos?–, el PP se limita a ofrecer como banderín de enganche que respetará el orden constitucional y lo hará valer y que llevará a cabo una gestión cabal, ordenada. Al tiempo, está compitiendo con el PSOE por ver quién ofrece mayores subsidios ante la crisis, un planteamiento en las antípodas de un partido liberal. En resumen: el PP vendría a ser hoy como el PSOE de Felipe González, un hueco que el sanchismo le ha dejado libre con su radicalización.
Por su parte, el PSOE se ha ido al monte, como las cabras. Es un partido filonacionalista, como Podemos, y en economía ha ido adoptando una tras otra todas las propuestas de la ultraizquierda. También ha extremado la carga impositiva socialista (el Instituto de Estudios Fiscales reveló ayer que la presión fiscal en España alcanzó en 2022 máximos históricos). Las Juventudes del PSOE reclaman ya el fin de la monarquía y el partido está aliado con Bildu y ERC, a los que sirve con sus políticas. Hoy el PSOE es simplemente Podemos con corbata. Si Sánchez cae, hipótesis que entra en lo probable, el PSOE podría entrar fácilmente en barrena y acabar como sus desdichados pares de Francia, Italia y Grecia.
En cuanto a Vox, viene a ser como la AP de antaño, presentada con un brío más contemporáneo. Ocupa el hueco que le ha regalado en la derecha un PP que en la práctica se ha convertido un partido socialdemócrata (de perfil moderado y con sentido de Estado, algo que el PSOE ya no es en absoluto).
Con este llamativo corrimiento en la política española, ¿quién ganará las elecciones? Pues como casi siempre es de suponer que aquel que más franja de centro logre abarcar.
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