Fundado en 1910
El astrolabioBieito Rubido

España: minuto y resultado

Creo que no vienen buenos tiempos. Cada día una mala noticia para tapar la anterior. Al periodista, como al ciudadano, le aprietan también las ansias de huir al descanso vacacional y no tener que escribir cada día una columna como esta. ¿Sería honesto no hacerlo? Dejo al lector la respuesta

Ya sé que en medio de las vacaciones estivales la ciudadanía no quiere oír ni leer noticias malas. Aún a riesgo de molestar a algún lector, tengo que escribir y escribo que Sánchez y sus secuaces, ya no se les puede llamar de otra manera, están demoliendo el Estado.

Además, padecemos un conflicto migratorio que no ha hecho nada más que empezar. España ha dejado de funcionar. Hasta la Policía y la Guardia Civil tienen problemas de medios para ser mínimamente eficaces. Padecemos la mayor deuda de la historia. El quince por ciento de la población se encuentra en exclusión social. En el mundo desarrollado no nos toman en serio. En la otra parte del mundo no levantamos ni el más mínimo interés. En Europa se rearman y aquí jugamos al parchís. Sufrimos a un presidente que se encuentra paralizado, no sabemos si por pavor o por pánico. Sus ministros no para de decir auténticas tonterías creyendo que los españoles somos tontos. El Estado se desmorona. España no funciona. Los trenes se paran a mitad de camino. La Justicia está amenazada. Padecemos la mayor fiscalidad de la historia. Los jóvenes españoles no quieren trabajar. El Constitucional nos avergüenza ante los juristas extranjeros. La inversión extranjera se ha desplomado en toda España. En el norte de España no nacen niños. Usted quiere irse de vacaciones y olvidarlo todo. Cuando regrese el problema será mayor. La corrupción rodea al núcleo duro del Gobierno. Los antiguos terroristas y golpistas deciden la vida de la mayoría de los españoles.

Podría seguir enumerando rasgos del inquietante momento que vivimos. Seguro que el lector sabrá y podrá añadir unos cuantos más. Las malas noticias se suceden. Creo que no vienen buenos tiempos. No me gusta ser agorero, pero hay pocos datos que muevan al optimismo. Ayer, sin ir más lejos, nuestros vecinos los franceses se han enterado de que vuelven los recortes, porque Francia no puede más. ¿Creen acaso que España sí? ¿Creen que es oportuno el cupo catalán en medio de la tormenta económica que se está desatando en Occidente, con aranceles yanquis incluidos?

Cada día una mala noticia para tapar la anterior. Al periodista, como al ciudadano, le aprietan también las ansias de huir al descanso vacacional y no tener que escribir cada día una columna como esta. ¿Sería honesto no hacerlo? Dejo al lector la respuesta. Mañana, intentaremos no hablar del Gobierno. Difícil.

comentarios
tracking

Compartir

Herramientas