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04 de mayo de 2024

Cartas al director

Que España decida sobre su soberanía alimentaria

Como ha dejado escrito Santiago Abascal en el manifiesto España Decide, España necesita profundas reformas que fortalezcan nuestra nación y que hagan prosperar a los españoles.
En Vox planteamos que los españoles participen decidiendo sobre políticas públicas en distintas consultas, utilizando el artículo 92 de la CE.
En el marco de esas reformas, hay un asunto de especial trascendencia para España y es el de su soberanía alimentaria.
La crisis de la covid, la guerra en Ucrania, la crisis energética, han demostrado la centralidad de los alimentos, la importancia de garantizar la autonomía alimentaria de las naciones en un escenario global marcado por distorsiones comerciales, acaparamiento y especulación, que pone en riesgo los suministros.
La alimentación de los españoles, con alimentos sanos y saludables, debe ser una prioridad de los gobernantes. Las dependencias alimentarias son debilidades de las naciones cuando existen situaciones de inestabilidad global, tenemos como ejemplo los cereales de Ucrania o los fertilizantes de Rusia de los que depende una parte importante del mundo.
La propia Política Agraria Común Europea (PAC) se confeccionó en su fundación recordando la situación de escasez que sufrió Europa después de la Segunda Guerra Mundial, el plan Marshall no dejo de ser una ayuda extraeuropea ante la crisis alimentaria que tuvimos en el continente.
El concepto de soberanía alimentaria, que comparte Vox, consiste en reforzar los valores propios de nuestros alimentos, en apostar por nuestro sector primario-agroalimentario, y en fortalecer nuestro sistema de producción frente a crisis económicas o catástrofes. Un concepto que no excluye el comercio y las relaciones comerciales, sino que busca en el comercio nuestra complementariedad y proyección internacional, sin sacrificar nuestros sectores productivos, ni nuestra seguridad nacional.
Sectores agrarios o pesqueros amenazados por la burocracia y las incesantes trabas producidas por el Pacto Verde Europeo, el fanatismo climático o la Agenda 2030, aplastados por las subidas de costes de producción y, paralelamente, arruinados por la entrada indiscriminada de productos de países terceros, que ejercen una competencia desleal, pues no cumplen con las normas a las que sometemos a nuestros productores, ni en materia ambiental, ni de calidad, ni en lo respectivo a la regulación laboral.
La soberanía alimentaria es un término que Francia e Italia, con su nuevo ministro Lollobrigida, han incluido dentro de los Ministerios de Agricultura que se llaman hoy Ministerio de Agricultura y de Soberanía Alimentaria.
El nuevo ministro italiano decía estas palabras que hacemos también nuestras en España:
«Nuestro objetivo es proteger la economía agrícola de las agresiones del falso mercado que distorsiona miles de millones de euros, volver a poner la relación con el sector agrario en el centro, para proteger la cadena de suministro y el concepto de cultura rural. Todos los pueblos tienen derecho a definir políticas agrícolas y alimentarias».
Que decidan los españoles si quieren seguir la vía de la irracionalidad y el suicidio agrario nacional, o la vía de la libertad y la nación decidiendo nuestras políticas alimentarias.

Ricardo Chamorro, diputado nacional de Vox y portavoz de la Comisión de Agricultura, Pesca y Alimentación

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