Cartas al director
El casino y la política
El señorito goza de tal pedigrí que lo mismo da que sea al póker descubierto o tapado, a la ruleta —¿rusa?—, al bacará, o a las tragaperras autonómicas, porque el casino 'Estado' siempre dispone de emolumentos para cubrir sus necesidades, que no son ni menudencias ni aguinaldos.
El casino sabe que ha venido para quedarse y, a veces, interpreta que sueña con eternizarse entre juegos por aquí y juegos por allá, pero la cansina política ya no está acostumbrada a 'directores de orquesta' con ínfulas sempiternas, sino a lo sumo algunos años, que no es poco.
Solo abúlicos soñadores o déspotas con escaso bagaje de méritos anteriores reptan en las movedizas arenas de lo antidemocrático, buscando presas que nada tienen que ver con el interés general.