Dónde está la industria
América del Norte y Europa han perdido casi la mitad de su participación en el PIB Manufacturero Mundial (pasan del 61 % al 38 %), mientras que Asia-Oceanía sube, más o menos, en la misma proporción
La prosperidad del Sector Industria suele considerarse como el mejor indicador de la buena andadura económica de un país. Estadísticamente, este sector se compone de cinco subsectores: industrias extractivas; manufacturas (coches, electrodomésticos, productos químicos, acero, alimentación, …); energía eléctrica, gas, vapor y aire acondicionado; agua, saneamiento, gestión de residuos, contaminación; y construcción. De ellos, el más importante son las manufacturas. Lo habitual es que cuando alguna personalidad habla de industria, realmente esté hablando de manufacturas. Las manufacturas son, habitualmente, la fuente más importante de empleo, de innovación, de exportaciones.
Según datos de las Naciones Unidas, en 2022, correspondió a las manufacturas el 16,8 % del PIB mundial y al sector industria completo el 21,4 % del PIB mundial. Esto es, las manufacturas vienen a ser alrededor del 80 % del Sector Industria.
La distribución de la actividad manufacturera entre los distintos países es muy irregular, como muestra la Tabla que sigue. Según estos datos, América del Norte y Europa han perdido casi la mitad de su participación en el PIB Manufacturero Mundial (pasan del 61 % al 38 %), mientras que Asia-Oceanía sube, más o menos, en la misma proporción.
De la lectura de los Informes de la Unido se desprende también que:
— En nuestros días, los cinco países con mayor participación en el sector manufacturero mundial son China, Estados Unidos, Japón, Alemania y Corea del Sur.
— Entre 1990 y 2020, China pasó de tener el 3 % PIB Mundial de Manufacturas al 31 %, convirtiéndose en la «fábrica del Mundo».
Otro de los índices que clasifica a los países en relación con la importancia de su sector manufacturero, tomando más variables que su proporción en el PIB total del país, es el CIP (Índice de Logro en Competitividad Industrial), que ha venido siendo empleado por la Unido desde 2013.
El CIP mide tres variables:
— La capacidad de un país de producir y exportar productos manufacturados, así como atender a la demanda en su mercado nacional. Mide, entre otros, el PIB per cápita de la producción de manufacturas.
— La profundidad y perfeccionamiento de la actividad tecnológica. Estima la complejidad de los procesos de producción y la participación en las exportaciones de productos de alta tecnología
— El impacto de la actividad tecnológica del país en el mundo. Estima la participación del país en la producción y comercio mundial de manufacturas.
Las estimaciones del CIP las hace el Unido sobre un total de 150 países. España ha pasado de ocupar el puesto 17, en la clasificación mundial en el año 2000, a ocupar el lugar 22 en 2022, por detrás de Alemania (1), China (2), Corea del Sur (4), Estados Unidos (6), Japón (8), Italia (11), Francia (12) y Reino Unido (18). Los resultados más bajos de España, en los apartados que componen el CIP, corresponden al tanto por ciento de producción manufacturera en el PIB, a la producción de manufacturas per cápita y a la proporción de manufacturas en las exportaciones totales.
El mapa muestra en azul las 20 economías con mayor Índice de Logro de Competitividad Industrial (CIP) (2021)
Estos países, primeros fabricantes del mundo, suelen ser también los primeros exportadores de servicios de alta tecnología (Informática, Comunicaciones, …), como lo prueba el caso de China, Estados Unidos, Francia, Alemania, Corea del Sur.
La preocupación por una recuperación de la actividad manufacturera de la economía está haciendo que se tome un número creciente de medidas de política industrial en todo el mundo. Suele destacarse que, en los países muy desarrollados, de alta renta, se toman del orden de cinco veces más medidas de política industrial que en los menos desarrollados. Muchos de estos países de alta renta habían casi abandonado su Sector Industria en aras de un crecimiento del Sector Servicios.
La Comisión Europea, en una de sus disposiciones de política industrial (2012), recomendó a sus países miembros alcanzar, en 2020, una producción de manufacturas correspondiente al 20 % de su PIB nacional. Desgraciadamente se está muy lejos de haberlo conseguido, lo que ha contribuido a aumentar la preocupación sobre el estado de las economías de la Unión.
Destaca el enorme crecimiento del Sector Industria en China, que aspira a convertirse en el puntal tecnológico del mundo. Tiene una alta inversión en investigación. Entre otros hechos, parece que va transfiriendo la fabricación de productos de baja tecnología a sus países periféricos, ocupándose ella de fabricar solo los productos de alta y media tecnología.
La revitalización de la actividad industrial es uno de los grandes retos de la Europa de nuestros días. A la vez, la evolución de la industria en el mundo muestra el creciente papel de China y el acierto de sus dirigentes al impulsar el paso del socialismo real a la economía de mercado. Hasta el siglo XVIII, China fue el país más avanzado del mundo. No son pocos los autores que afirman que dejó de serlo porque los altos burócratas de su Imperio impidieron que se adaptase a las nuevas tecnologías y modos de gestión que difundió la Revolución Industrial.
La pregunta es si el paso siguiente será permitir al pueblo chino el uso correcto de su libertad, cosa que al parecer nunca ha ocurrido en la historia de China, y que consiga así volver a ser el país más importante del mundo. Esperemos que no pase mucho tiempo sin que podamos saberlo.
Andrés Muñoz Machado es doctor Ingeniero Industrial