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27 de abril de 2024

TribunaJavier Puente Redondo

Debate en el PP: invisibles y vulnerables

Nadie puede tomar a alguien como esclavo, a cambio de dinero, porque así pueda mantener a una familia en la pobreza extrema. Y puede haber gente que lo acepte, pero no es lo que quiero para la sociedad futura donde vivan mis hijos

Actualizada 13:16

Importante abrir el debate. Lo agradezco y expongo mi visión como representante del PP en el Senado por Cantabria.
El hecho de que varias famosas hayan recurrido a tener hijos gracias a los vientres de alquiler ha reabierto uno de los varios debates a tener en nuestro país, no podemos abandonar el debate cultural. Tengo una opinión clara al respecto, pero la reciente justificación de una 'celebrity' al vientre de alquiler me ha terminado de convencer. Igualmente la multimillonaria Paris Hilton ha confesado que recurrió a estas prácticas para tener un hijo porque le «aterrorizaba» el hecho de someterse a un parto. Eso sí, no le afecta en absoluto que sea otra mujer quien, por un puñado de dólares, se someta al dolor que ella no quiere pasar.
Vivimos en una sociedad donde todo vale con tal de esquivar el dolor y el sufrimiento, cuando muchas veces es el dolor lo que forja un amor auténtico o una relación permanente. La óptica personal, muchas veces egoísta, se impone sobre el sufrimiento ajeno, que se trata de mantener oculto.
Antes que político soy marido y padre de tres hijos. Me toca pensar en su futuro y no quiero una sociedad donde todo quede a la merced del más poderoso. Eso sí que me aterroriza. Mi obligación es defender a quienes no tienen quiénes les defiendan, a quienes no han recibido la herencia millonaria de un padre o han saltado a las estrellas gracias a sus negocios o actuaciones. Debo pensar en esas madres, sean españolas o extranjeras, que ofrecen ese sufrimiento del parto a cambio de dinero.
Hay quienes aplican un razonamiento ultraliberal, planteando que se trata de un acuerdo libre. Pero no todo se puede comprar o vender. Nadie puede tomar a alguien como esclavo, a cambio de dinero, porque así pueda mantener a una familia en la pobreza extrema. Y puede haber gente que lo acepte, pero no es lo que quiero para la sociedad futura donde vivan mis hijos.
Creo, como legislador y como representante de los cántabros, que es preciso partir de unas premisas morales a la hora de legislar y que van en línea con el debate abierto en el partido:
a) Cualquier persona que resida en España debe poder tener una vida digna. Nadie debe sentirse abandonado a su suerte en lo que se refiere a sus necesidades básicas. Tampoco es legítimo recurrir a la explotación de mujeres que viven en el extranjero para mercantilizar su cuerpo.

b) La familia es una institución de altísima utilidad y eficacia social, que merece protección y apoyo público para cumplir su impagable labor desde el espacio privado. Es la forma de vida libremente elegida por la inmensa mayoría de los españoles sea cual sea la ideología de quienes la integran y la situación concreta que atraviese. Por ello creo firmemente en la necesidad de apoyarla.

c) Los niños no son una propiedad, un derecho de alguien externo. La maternidad no se puede convertir en un negocio y someter a las personas más pobres a concebir para otros.

d) Defensa de la vida. El poder político tiene la obligación de actuar siempre favoreciendo la conservación de la vida humana. Nadie debe ignorar la complejidad moral de cada caso, ni olvidar nunca el respeto que cualquier persona merece sea cual sea su circunstancia, pero el aborto no debe entenderse ni como un derecho ni como un fracaso personal, sino como un fracaso de la sociedad. Por eso tiene todo el sentido promover activamente políticas públicas de apoyo a la mujer embarazada, especialmente para las más vulnerables. Debemos garantizar que sea real su decisión a ser madre, para proteger su libertad, para que cuenten con opciones viables, conocidas y adecuadamente financiadas para llevar adelante su embarazo; y por eso también considero tiene sentido promover los cuidados paliativos, y proteger la objeción de conciencia de cualquier persona afectada por la regulación sobre eutanasia.
  • Javier Puente Redondo es senador del PP por Cantabria
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