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El segundo grupo de obispos españoles se encuentra en Roma del 10 al 15 de eneroDiócesis de Urgell

Visita ad limina apostolorum

Los obispos españoles visitan al Papa Francisco en Roma para «tratar problemas del presente y futuro de la Iglesia»

Los prelados españoles de las diócesis de Barcelona, Tarragona y Valencia se encuentran ahora en el Vaticano, donde serán recibidos en audiencia con el Santo Padre el próximo viernes

Desde el 10 al 15 de enero, el segundo grupo de obispos españoles que realizan la visita ad limina apostolorum al Papa Francisco para despachar los asuntos ordinarios y extraordinarios de sus diócesis se encuentran en Roma.  En esta ocasión se trata de los prelados de las provincias eclesiásticas de Tarragona, Barcelona y Valencia.
Uno de los primeros en pronunciarse sobre esta primera toma de contacto ha sido el arzobispo de Tarragona, Joan Planellas quien ha afirmado que durante esta semana «habrá tiempo de tratar temas y problemas diversos que alcanzan el presente y el futuro inmediato de nuestra iglesia» y que esta visita no es a título personal, sino que «además de hacerla conjuntamente con los otros obispos de la provincia eclesiástica o del territorio, el obispo sobre todo va a Roma en provecho de la diócesis como jede de la iglesia particular que rige». Este obispo ha sido quien ha dirigido la celebración de la misa en la basílica de San Juan de Letrán en la mañana de ayer, día 11 de enero, con la que comenzó la segunda jornada del viaje de los prelados españoles. 

Los obispos españoles celebran misa en la Basílica de San Juan de LetránEuropa Press

Crear comunión

Por su parte, Joan Enric Vives, obispo de Urgell, ha querido recordar que esta visita de los obispos al Pontífice «no solo afecta al obispo diocesano o sus colaboradores más inmediatos, sino que cada obispo va al encuentro del Santo Padre, con su iglesia diocesana, para afianzar los vínculos de la comunión eclesial, amor mutuo y de la unidad para la misión evangelizadora».
La visita ad limina es «una forma de poner en común las preocupaciones que existen en este momento y lo que nos indica también para llevar a cabo. Esta relación es muy importante porque también crea mucha comunión entre nosotros (los obispos) y especifica la misión que debemos realizar cada una de las diócesis», ha expresado el obispo de Mallorca, Sebastián Taltavull. «En definitiva, tener una experiencia de comunión y comprensión que compartimos una misma misión dentro la Iglesia y que nos necesitamos mucho unos a otros. Por tanto, nos anima mucho y nos permite trasladar ese ánimo a los demás en nuestras diócesis», ha añadido.
Mientras, Francesc Pardo, obispo de Gerona, ha querido recordar que este encuentro es la «ocasión para remarcar la importancia e identidad de cada diócesis, de su rostro, de sus fortalezas, de sus debilidades y de sus grandes retos». Algo con lo que ha coincidido el obispo de Segorbe-Castellon, Casimiro López, al afirmar que las reuniones a las que asisten durante la semana que dura el viaje «sirven para el intercambio fraterno de las experiencias pastorales y para el encuentro mutuo». Este prelado ha afirmado que está viviendo la visita como «una peregrinación a las raíces apostólicas de nuestra fe» para expresar «la comunión en la misma fe y en la misma misión apostólica en torno al vicario de Cristo, el Papa, sucesor de san Pedro».

Fortalecimiento de la responsabilidad

No será hasta el viernes 14 de enero cuando sean recibidos por el Papa Francisco en audiencia los prelados de estas diócesis, entre los que se encuentra también el administrador apostólico de la diócesis de Orihuela-Alicante, Jesús Murgui. Para el obispo de la diócesis levantina, el encuentro «es un acto eclesial de fortalecimiento de la responsabilidad de los sucesores de los apóstoles y de la comunión jerárquica con el Papa. Con ello se promueve la comunión entre la iglesia particular la sede apostólica con un intercambio de informaciones y un compartir la solicitud pastoral acerca de las de los problemas, experiencias, sufrimientos y proyectos de vida y de trabajo». 
Con ocasión del viaje del segundo grupo de obispos al Vaticano, el cardenal arzobispo de Valencia, Antonio Cañizares, ha querido dirigirse a la diócesis pidiendo a los fieles valencianos que reaviven su comunión con el Papa. Para este prelado, vivir cinco días junto al Pontífice será «la gratificante experiencia de comunión eclesial en la caridad y la alegría serena de la fidelidad a la fe recibida, en la que seremos confirmados y alentados por el sucesor de Pedro». No ha querido tampoco dejar de asegurar que invitará al Santo Padre a visitar la ciudad de Valencia con ocasión del centenario de la Coronación de la Virgen de los  Desamparados.

¿Qué es una visita ad limina?

La visita ad limina es la visita que todos los obispos católicos deben hacer, cada cinco años, a Roma. Comprende la peregrinación a las tumbas de los apóstoles Pedro y Pablo como expresión de comunión eclesial y el encuentro con el Papa como sucesor de San Pedro. Incluye también informar sobre la situación de la Iglesia en la diócesis que cada obispo tiene encomendada.
El Santo Padre se había visto obligado a suspender estas visitas a causa de la situación provocada por la pandemia de la COVID-19. Este mes de septiembre ha vuelto a retomar sus encuentros con los obispos de todo el mundo.​
​La última visita ad limina de los obispos españoles, hasta diciembre de 2021, fue en el año 2014, coincidiendo precisamente con el primer año de Francisco como obispo de Roma.