Rafael Navarro-Valls durante la presentación en el CEU de su última obra, donde traza puntos entre EE.UU y el Vaticano
Rafael Navarro-Valls presenta en el CEU su última obra, 'De la Casa Blanca a la Santa Sede'
Un acto presentado por Alfonso Bullón de Mendoza y que contó con la intervención del magistrado Antonio del Moral; el embajador Eduardo Gutiérrez Sáenz de Buruaga y el exministro Méndez de Vigo
En un momento convulso dentro del panorama internacional, donde las democracias occidentales están contra las cuerdas, donde la Iglesia se halla en pleno camino sinodal para definir su rol en el mundo de hoy, donde el Papa Francisco –siguiendo el legado de Pablo VI y Juan Pablo II–, está acometiendo una profunda renovación de la curia romana, aparece editado por Almuzara De la Casa Blanca a la Santa Sede: Entre el poder político y el espiritual.
Su autor, el catedrático emérito de Filosofía del Derecho y vicepresidente de la Real Academia de Jurisprudencia y Legislación, Rafael Navarro-Valls, se mostró durante la presentación en la Universidad CEU San Pablo de Madrid profundamente agradecido por el panel que precedió a su intervención.
El acto, vehiculado por el presidente de la Asociación Católica de Propagandistas (ACdP), Alfonso Bullón de Mendoza, contó con la participación del magistrado del Tribunal Supremo, Antonio del Moral; el embajador ante al Santa Sede (2012-2017) Eduardo Gutiérrez Sáenz de Buruaga y el exministro y portavoz del Gobierno, Íñigo Méndez de Vigo. Entre el público, además de diversas autoridades académicas y civiles, estuvo Marcelino Oreja.
Gobernar entre el cielo y la tierra
Tras una breve intervención de Antonio del Moral y tras un sucinto repaso al esqueleto de la obra de Navarro-Valls por parte de Gutiérrez Sáenz de Buruaga, quien dijo a propósito de la misma que su «lectura es una buena brújula para aproximarse, orientarse y comprender las últimas décadas de EE.UU. y la Santa Sede», llegó el turno del que fuera ministro de Educación en el Gobierno de Mariano Rajoy.
Méndez de Vigo reconoció que para sacar adelante De la Casa Blanca a la Santa Sede es necesario «tener un don para contar historias». Todos los participantes señalaron de forma unánime lo bien contada que está una historia repleta de datos y buen estilo.
Por su parte, el protagonista de la tarde, Navarro-Valls, durante su escueta intervención, repleta de humor, chispa, ingenio y algún que otro chascarrillo para muchos olvidado entre la madeja de la opinión publicada, señaló episodios y anécdotas vividas –algunas en primera persona– de personajes de la envergadura de Bobby Kennedy, con cuya mujer llegó a compartir correspondencia, y Juan Pablo II, al que tuvo ocasión de tratar en reiteradas ocasiones gracias, en buena medida, a su hermano, Joaquín Navarro-Valls, reconocido periodista que fue por espacio de 22 años el primer portavoz laico del Vaticano durante buena parte del pontificado de Wojtyla y el comienzo del de Ratzinger.
El presidente de la ACdP Alfonso Bullón de Mendoza, el magistrado Antonio del Moral, el embajador Eduardo Gutiérrez Sáenz de Buruaga y el exministro Méndez de Vigo junto a Navarro-Valls
My way... To heaven
«Estados Unidos y el Vaticano son los mayores centros de poder de la tierra y de ahí su atractivo literario», explicaba ante un nutrido auditorio el catedrático emérito de la Universidad Complutense de Madrid que comentaba, tal y como viene reflejado en su obra, los puntos en común y disonancias entre estos dos países tan dispares en tamaño pero que tanta importancia tienen, todavía hoy, en el tablero político mundial. Tras comentar las mecánicas de elección de los líderes políticos de Estados Unidos y de lo sucesores de Pedro, después de dar algunas claves para comprender la obra y lo que en ella se contiene, Rafael Navarro-Valls no quiso despedirse sin recordar a su hermano, al igual que el resto de intervinientes, por su trabajo, entrega, dedicación y legado.
«Yo no soy nada milagrero pero frente al coche mortuorio –Joaquín Navarro-Valls falleció en 2017– sonó en mi teléfono móvil la canción My way de Sinatra, que era su canción favorita, por lo que quiero suponerme que iba bien encaminado», dijo a modo de despedida el autor del libro De la Casa Blanca a la Santa Sede.
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