El padre Gabriele Amorth dedicó gran parte de si vida a la lucha contra el Maligno
España cuenta con 37 exorcistas para 70 diócesis
Murcia acoge un congreso al que acuden los mayores especialistas en combatir la figura de Satanás
En España hay algo más de 15.500 sacerdotes, pero sólo 37 de ellos han recibido el encargo oficial de sus obispos o superiores para ejercer habitualmente exorcismos. Los datos se han facilitado en el curso de exorcistas que cada año se realiza en el Ateneo Regina Apostolorum de Roma, donde también se ha referido el caso de Francia. A pesar de tener 104 diócesis, el país vecino sólo cuenta con 32 sacerdotes dedicados a este ministerio.
Los obispos galos, sin embargo, parece que han tomado cartas en este asunto y acaban de lanzar un vídeo titulado «Un sacerdote nos explica el exorcismo católico», donde el padre François Buet desgrana, en 13 minutos, en qué consiste esta desconocida labor sacerdotal, según recoge Religión en Libertad. El sacerdote y exorcista, que ejerce su labor en Marsella. comienza aclarando que el exorcista «actúa siempre con permiso de sus obispos», y que este ministerio, de acuerdo al Derecho canónico, se le encomienda «solamente a un presbítero piadoso, docto, prudente y con integridad de vida».
El sacerdote y exorcista François Buet
El ocultismo, esoterismo, magia o adivinación son «puertas abiertas» por donde se introduce el Maligno, por lo que el exorcista suele comenzar interrogando a la persona que acude a él si ha practicado cualquiera de ellas. El ritual de exorcismo comienza «por bendecir el agua bendita, y luego se reza la letanía de los santos, para luego hacer una lectura de la Palabra de Dios», explica Buet. «Sigue la imposición de las manos, la profesión de fe, una oración al Padre y luego se recita una fórmula pidiendo que la persona sea liberada de todo mal», agrega.
Ordena al demonio que se vaya
Hay una parte «deprecativa» (en que el sacerdote se dirige a Dios) y otra «imperativa» en que el sacerdote ordena al demonio que se vaya. «Generalmente, la fórmula deprecativa basta», puntualiza.
Un exorcismo termina con el Magnificat y una oración conclusiva. Una sesión normal, dice, «puede durar entre 20 y 30 minutos, de acuerdo a las circunstancias».
Precisamente este miércoles ha comenzado en la Universidad Católica de Murcia (UCAM) un congreso titulado «El combate espiritual: ángeles y demonios» en el que se abordarán hasta el viernes temas como la renuncia a Satanás en el bautismo, la misión de los ángeles en relación a los hombres o el papel de la Virgen María frente al mal. Inaugurado por monseñor Bernardito Cleopas Auza, Nuncio Apostólico de Su Santidad en España, y por monseñor José Manuel Lorca Planes, obispo de Cartagena, hasta la universidad murciana se acercarán algunos de los mayores expertos en la figura del Maligno para revelar los engaños que emplea en su misión de alejar a los hombres de Dios.
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