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26 de abril de 2024

La gruta de Lourdes

La gruta de LourdesLourdes, la película

Entrevista a Thierry Demaizière y Alban Teurlai

Los directores de 'Lourdes': «La gente no va al santuario buscando un milagro, sino para que les miren como personas»

El documental Lourdes, dirigido por Thierry Demaizière y Alban Teurlai, se estrena este viernes 16 de septiembre en España

La pequeña ciudad de Lourdes es la segunda más visitada de toda Francia, después de París. Cada año, seis millones de peregrinos acuden al santuario donde en 1858 la Virgen se apareció ante la pequeña Bernadette Soubirous, a la que dijo «que soy era Inmaculada Concepciou» cuando la niña le preguntó su nombre.
Thierry Demaizière y Alban Teurlai fueron hasta allí para grabar un documental que no habla de milagros, ni de curaciones –aunque los médicos han declarado más de 7.000 y la Iglesia ha reconocido 70 de ellos– sino de la condición humana, de historias de esperanza, de enfermedad y discapacidad en un lugar en el que «son mirados como personas, se les cuida y mima».
–Cuentan en su página que fue la historia de una amiga íntima lo que les llevó a embarcarse en el proyecto, ¿podrían contar un poco más de su vivencia en Lourdes? ¿Les llegó la historia de un milagro y de ahí surge el documental?
–Thierry Demaizière: nunca habíamos estado en Lourdes. No somos creyentes. Nos contó nuestra amiga lo que le había pasado y enseguida fuimos a documentarnos. Nos dimos cuenta de que se habían hecho reportajes de televisión que siempre cuentan lo mismo, pero no se había hecho nada para el cine. Así fue como nos lanzamos al proyecto.
–Algo que llama la atención es que ustedes como personas no creyentes hayan decidido contar una serie de historias y acudir a un lugar lleno de fe. ¿Cómo ha sido esta tarea?
–Alban Teurlai: Antes de la película, hemos hecho otras de todo tipo: sobre el mundo de la pornografía, sobre la ópera y la danza… Siempre nos parece interesante acercarnos a temas y cuestiones lejanas a nosotros, cosas de las que no sabemos nada. Nos parecía precisamente por no ser creyentes, mucho más interesante acercarnos a este tema. Entre otras cosas, porque pensamos que muchos de los peregrinos, la gente con fe, se acerca con automatismos hasta este ligar. Nos parecía muy interesante desde nuestra perspectiva de no creyentes, poder abordar el tema con frescura.
Un voluntario comparte un cigarrillo con un enfermo

Un voluntario comparte un cigarrillo con un enfermoLourdes, la película

Han querido plasmar el lado más humano de Lourdes, pero ¿se han encontrado con el lado divino?
–Thierry Demaizière: Nosotros no quisimos hacer una película sobre la fe, sino sobre la condición humana. Si la pregunta es si hemos encontrado la fe a través de la película, pero si la pregunta es si hemos conseguido hacer una película sobre la fe y sobre la creencia, entonces la respuesta es sí. Queríamos plasmar la relación entre las personas y su fe y creo que los hemos conseguido.
¿Cómo definirían, en pocas palabras, a todas esas personas que sufren y que acuden al santuario en busca de un milagro? ¿Y su fe?
–Thierry Demaizière: ¿Cómo describirlos? Diría que son personas, peregrinos, que vienen de todas partes, y que no forzosamente lo hacen buscando un milagro, si no mas bien vienen para que la gente les mire de otra manera. En la vida cotidiana, son personas invisibles para la sociedad, pero en Lourdes se hacen visibles. Son personas a las que se mira de otra manera, que tiene gente que se encarga de ellos, que se les cuida y se les mima. De repente ven que se convierten en el centro del peregrinaje. Son personas que se dan cuenta de que se les mira como lo que son, personas, y no enfermos o minusválidos.
Momento de la procesión de las antorchas

Momento de la procesión de las antorchasLourdes, la película

–Las historias del documental son conmovedoras, alentadoras, pero sobre todo, humanas, ¿Cómo dieron con estas personas?
–Alban Teurlai: Puedo dividir en dos etapas este trabajo. En primer lugar hicimos el trabajo clásico de investigación periodística, buscando a gente durante meses en asociaciones, en diócesis. Pero después, cuando llegó el momento del rodaje, cosas que trajimos pensando que darían resultado, efectivamente han funcionado, pero muchas otras que no. A través de la magia del documental, nos hemos encontrado mágicamente con historias completamente inesperadas, que ofrecían elementos maravillosos. Al final, tuvimos un cuadro o conjunto de historias de personas realmente maravillosas, que poco a poco hemos ido descubriendo a medida que grabábamos, tanto lo esperado como lo surgido a través de la magia del rodaje.
–Nada más comenzar el documental, hay un primer dato: desde 1858 los médicos han constatado 7000 curaciones milagrosas y la iglesia ha reconocido 70 milagros. ¿Creen ustedes en los milagros?
–Alban Teurlai: La taquilla que ha hecho en Francia ya es un milagro [entre risas]. Bromas aparte [250.000 personas vieron la película en el país galo], lo que nos ha asombrado sobre Lourdes son todos los tópicos y los clichés que hay alrededor del Santuario. La gente no va a Lourdes buscando el milagro. La gente va a Lourdes para sentirse menos solo, para poder expresar su fervor con tranquilidad y dentro de un entorno que les guste. La gente no va a Lourdes esperando ese milagro, sino para estar ahí, rodeado de gente que les mire, les cuide y les mime, y durante un tiempo puedan vivir ese milagro, entre comillas.
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