Sacramentos
Deseo, sangre y agua: los tres bautismos que reconoce la Iglesia
La tradición cristiana admite tres tipos de bautismo diferentes, dos de ellos en situaciones de riesgo para la persona que desea recibir el sacramento
Deseo o urgencia
- La persona debe desear ser bautizada y arrepentirse de sus pecados conociendo, o desconociendo, la fe católica, tal y como se indica en el Código de Derecho Canónico, en el artículo 865,2: «Puede ser bautizado un adulto que se encuentre en peligro de muerte si, teniendo algún conocimiento sobre las verdades principales de la fe, manifiesta de cualquier modo su intención de recibir el bautismo y promete que observará los mandamientos de la religión cristiana».
- El sujeto está en proceso de catecumenado, es decir, es un adulto que, habiendo descubierto a Cristo, desea conocer y profundizar en su fe. Este proceso se suele llevar a cabo durante un año aproximadamente y finaliza con el catecúmeno recibiendo tres sacramentos (bautismo, eucaristía y confirmación) en la misma celebración. A esto se refiere también el Catecismo en el artículo 1259: «A los catecúmenos que mueren antes de su Bautismo, el deseo explícito de recibir el Bautismo, unido al arrepentimiento de sus pecados y a la caridad, les asegura la salvación que no han podido recibir por el sacramento».
- Si se trata de un neonato por lo que podrá ser bautizado inclusive si sus padres no están de acuerdo. «Si el niño se encuentra en peligro de muerte, debe ser bautizado sin demora», como se señala en el Código de Derecho Canónico en el artículo 862,2.
- El caso más extraño que se puede dar es que este sujeto no sea capaz de verbalizar el voto del Bautismo y el que le bautiza desconozca si realmente este desea ser bautizado. En este caso estaríamos hablando de un Bautismo válido pero ilícito.