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Las organizaciones se han comprometido a seguir trabajando por el cambio climáticoEuropa Press

Organizaciones católicas contra la COP27 por «primar lo económico» frente al cambio climático

Cáritas y Manos Unidas han mostrado su decepción por la distancia entre la urgencia climática y las negociaciones en las que se anteponen los intereses económicos

Las organizaciones católicas que forman parte de la red Enlázate por la Justicia como Cáritas, CEDIS, CONFER, Justicia y Paz, Manos Unidas y Redes han expresado su «decepción» por los «escasos» avances que ha planteado la Conferencia de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático (COP27), pues creen que han «primado los intereses económicos».
«Es decepcionante encontrar un año más, que hay una enorme distancia entre la urgencia climática, como nos avisa la ciencia, y sus consecuencias de pobreza, degradación y muerte, y las negociaciones tecnocráticas de las cumbres climáticas, en las que priman los intereses económicos», han lamentado las entidades en un comunicado.
Las organizaciones han denunciado «la oportunidad perdida en la COP27 para establecer límites y reducciones al uso de los combustibles fósiles, así como para poner plazos de cumplimiento»; pues alertan de que «está en peligro el umbral de 1,5 grados» y denuncian que «parece que las partes ya hubieran renunciado a lograrlo».
Por ello, han criticado que «los intereses económicos han estado en el centro de las decisiones y no las personas» que «cada vez, en mayor número, se van a ver desplazadas a emigrar por causas climáticas».
Así, exigen «que se retorne a la senda de la desinversión en combustibles fósiles y que no se considere el gas como una energía de transición».
Aún así, ven «con cierta esperanza» que de esta cumbre haya salido la promesa de reformar el sistema económico mundial para hacerlo «más participativo y justo», así como la promesa de «acabar con el lavado verde o greenwhasing que crea tanta confusión».
También han celebrado la presencia por primera vez de la Santa Sede como Estado miembro firmante de la Convención y del Acuerdo de París, y esperan que en las próximas cumbres incremente su delegación incluyendo en ella a jóvenes activistas ambientales y organizaciones católicas especializadas.
Las organizaciones se han comprometido a seguir trabajando «por el cambio de estilos de vida dependientes de las energías fósiles para sostener su hiperconsumismo e hiperconfort», proponiendo «estilos de vida sencillos, sobrios y más cercanos a la armonía con la naturaleza y con el resto de las personas».