Varias personas sentadas en los bancos de una Iglesia en Madrid
La Iglesia española y su compromiso con la accesibilidad de las personas con discapacidad
El área para la discapacidad de la CEE ha expresado su compromiso de eliminar las barreras de accesibilidad que impiden a las personas con discapacidad participar en sus parroquias
«Una Iglesia sinodal inclusiva y accesible… una Iglesia que incluye» es el lema con el que el área para la discapacidad de la Comisión para la Evangelización, Catequesis y Catecumenado se unen al Día Internacional de las Personas con Discapacidad, que se celebra el 3 de diciembre.
Para visibilizar la acogida que la Iglesia quiere ofrecer a las personas con discapacidad, han difundido un vídeo en el que las invitan a ocupar su lugar en la Iglesia porque «haces falta» y «si tú no estás, no estamos todos». También han editado un cartel y un díptico en el que marcan unas pautas para facilitar su accesibilidad en las comunidades parroquiales.
La Iglesia quiere identificar barreras, modificar contenidos, enfoques, estructuras y estrategias para incluir a todas las personas, con la convicción de que es responsabilidad de toda la comunidad parroquial» afirman desde el área para la discapacidad en el díptico.
Por eso, y en sintonía con el lema, recuerdan que para incluir a las personas con discapacidad «necesitamos en nuestras parroquias»: aceptar a cada persona como es, reconociendo sus características individuales; dar a cada persona lo que necesita para disfrutar de los mismos derechos; no intentar cambiar o corregir la diferencia de la persona sino acogerla para enriquecernos con ella; y eliminar las barreras que le impiden acceder y participar en todos los actos de la parroquia».
También destacan la necesidad de facilitar la accesibilidad física «la Iglesia tiene como objetivo la eliminación de barreras en las iglesias y en las instalaciones parroquiales». La accesibilidad sensorial con el diseño de tecnologías accesibles o los bucles de inducción magnética que «son esenciales para ofrecer la información a las personas ciegas y sordas en la Iglesia».
Y la accesibilidad cognitiva para facilitar la compresión y el uso de todo lo que rodea a la persona con dificultades cognitivas, independientemente del origen de las mismas. «Un lenguaje claro y directo, así como redactar y diseñar contenidos en lectura fácil es necesario para transmitir el mensaje de Jesús y de la Iglesia», especifica el díptico.