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29 de marzo de 2024

De izquierda a derecha, Carlos Osoro, Juan José Omella, Rouco Varela y Antonio Cañizares

De izquierda a derecha, Carlos Osoro, Juan José Omella, Rouco Varela y Antonio CañizaresEuropa Press

Los obispos, sobre el aborto: «¿El derecho a la vida es inconstitucional?»

En una carta, los prelados advierte que la ley del aborto convierte al no nacido en «un sin papeles, un candidato a la expulsión del seno materno»

Los obispos españoles han invitado a los católicos a «no quedarse de brazos cruzados» y a defender la cultura de la vida, en una carta a modo de respuesta a la sentencia del Tribunal Constitucional que ha dado el aval definitivo a la ley del aborto de 2010, consagrándolo como un derecho de la mujer.
Firmada por la Comisión Ejecutiva de la Conferencia Episcopal Española, en la misiva animan a «rechazar cualquier atentado contra la vida» y a «seguir trabajando con valentía y creatividad por instaurar la tan necesaria cultura de la vida».
En esta misma línea, también apoyan a los profesionales sanitarios a «ejercer su derecho a la objeción de conciencia y de ciencia». Consideran que «leyes de este tipo no sólo no crean ninguna obligación de conciencia, sino que, por el contrario, establecen una grave y precisa obligación de oponerse a ellas».
Ante la sentencia del Constitucional, la Iglesia española advierte que «eliminar de manera voluntaria la vida de un ser humano» es «siempre moralmente malo» y afirman que la ley del aborto convierte al nasciturus en «un sin papeles, candidato a la expulsión del seno materno».

La muerte del hijo que llevan en su seno nunca es la solución a sus problemas

«Solo se podría afirmar el derecho al aborto en el caso de que el embrión o el feto no fueran nada; pero, el no nacido no es una cosa, es un ser humano. Por eso, calificar como derecho la eliminación de manera voluntaria de la vida de un ser humano inocente es siempre moralmente malo. Con esta ley, el ser humano en los primeros momentos de su existencia es un verdadero sin papeles, candidato a la expulsión del seno materno», señalan los obispos.
Al mismo tiempo, desde la Conferencia Episcopal expresan su «apoyo incondicional» a las mujeres que sufren las consecuencias de un embarazo no deseado, les ofrecen «la ayuda eficaz de la Iglesia» y les advierten de que «la muerte del hijo que llevan en su seno nunca es la solución a sus problemas».
Además, los obispos lamentan que con esta ley «los derechos y obligaciones del padre del no nacido quedan inhibidos y censurados» y alertan de que, con resoluciones como la que se acaba de aprobar, «el derecho deja de ser tal» porque «queda sometido a la voluntad del más fuerte». «De este modo la democracia, a pesar de sus reglas, va por un camino de totalitarismo fundamental», avisan, citando la encíclica Evangelium Vitae, de san Juan Pablo II.
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