Una imagen tras el ataque del 21 de noviembre contra la escuela católica de la comunidad de Papiri.
Religiosas convocan una cadena de oración por los 265 niños secuestrados en Nigeria: «Oramos con ellas»
El drama afecta directamente a 239 alumnos de primaria, 14 estudiantes de secundaria y 12 miembros del personal de las escuelas St. Mary’s, retenidos desde el pasado 21 de noviembre
El drama de Papiri, Nigeria, continúa desgarrando a la comunidad católica. Las Hermanas de Nuestra Señora de los Apóstoles (NSA) han hecho un llamamiento urgente a la oración por los 265 secuestrados de las escuelas St. Mary’s, retenidos desde el pasado 21 de noviembre. Un clamor al que se ha unido el Superior General de la Sociedad de Misiones Africanas (SMA), el padre François du Penhoat: «Estamos a su lado, sufrimos con ellas, oramos con ellas».
El drama afecta directamente a 239 alumnos de primaria, 14 estudiantes de secundaria y 12 miembros del personal, cifras que, en palabras del padre du Penhoat, representan «una profunda herida en la vida de la escuela y de toda la comunidad». En una nota enviada a la Agencia Fides, el Superior General expresa su cercanía y solidaridad con las hermanas NSA, con quienes comparte la misma familia espiritual y la misma misión.
Si bien la situación es de gran dolor, se ha encontrado consuelo en el anuncio de la diócesis que confirma la fuga y el regreso a casa de cincuenta estudiantes.
La invitación a la oración lanzada por las NSA «nos recuerda una vez más el vínculo espiritual que nos une como familia misionera», afirmó el misionero. El padre du Penhoat recordó el precedente del secuestro del padre Pierluigi Maccalli, en 2018, e invitó a todos a participar activamente en la gran cadena de oración que ya ha comenzado.
El propósito es hacer oír la voz de la Iglesia, «encomendando estas vidas inocentes a la misericordia de Dios, hasta que el dolor de las familias de Papiri se transforme en cantos de agradecimiento».
Para lograr la pronta y segura liberación de todos los que siguen en cautiverio, el padre du Penhoat concluyó con una exhortación, invitando a que «cada Eucaristía celebrada, cada Rosario rezado y cada momento de intercesión sean ofrecidos por el regreso de los 265 alumnos, estudiantes y miembros del personal secuestrados, para dar fuerza y consuelo a sus familias y comunidades, proteger a nuestro pueblo en Nigeria y restablecer la paz, la dignidad y la seguridad en el país».