Un grupo de personas haciendo un "Fish Spa"

Un grupo de personas haciendo un «Fish Spa»Freepik

Salud

Fish Spa: ¿un cuidado de lujo o un riesgo innecesario para tus pies?

Se promociona como un tratamiento de lujo y natural, aunque conlleva riesgos de infecciones y problemas de higiene, especialmente si no se toman las precauciones adecuadas

Cada vez está más de moda el «Fish Spa», un tratamiento estético en el que los pies se sumergen en un tanque con pequeños peces que se alimentan de la piel muerta, dejándola más suave. Pero, es una práctica que los dermatólogos desaconsejan.

En este contexto, la especialista del Hospital Universitario Vithas Madrid La Milagrosa, la doctora y dermatóloga Marta Andreu, considera que este tipo de praxis puede llegar a ser un riesgo a la hora de contraer infecciones: «El agua donde viven los peces es un posible foco de bacterias, de hongos, y de virus; siendo no recomendable en las personas más propensas a infecciones como diabéticos, y aquellas que tienen la barrera cutánea alterada (heridas, psoriasis o eccema)».

Métodos diferentes para cuidar tus pies

Por ello, al desaconsejarse el «Fish Spa», la doctora Marta Andreu nos enumera así cuales son los mejores cuidados básicos:

Una limpieza diaria suave con agua y jabón suave, secando bien para prevenir hongos.Exfoliación ligera una vez por semana con piedra pómez o lima suave, solo sobre zonas engrosadas (talones o metatarsos).Hidratación diaria después del baño con cremas que contengan urea o ácido láctico, que ayudarán también a al exfoliación.Protección solar en el dorso de los pies.Cuidado de las uñas evitando retirar cutículas, cortándolas rectas para evitar uñas encarnadas, y sin abusar de los esmaltes, sobre todo, si son semipermanentes.Usar un calzado transpirable y cómodo, que no genere roces, ni acumulen humedad.

Cuando llega la época de verano, son numerosas las personas que, en ese intento de cuidar mejor los pies o las manos, se someten a diversos tratamientos estéticos como la famosa manicura o la pedicura.

En este sentido, la doctora remarca que las principales señales que pueden avisarnos de que nuestros pies y manos no están bien, sería enrojecimiento en la piel de los mismos, así como grietas, fisuras, descamación continua, ardor, o escozor.

En el caso de las uñas habla de: fragilidad, de cambios de coloración (amarillentas, blanquecinas, manchas oscuras...), de engrosamiento o deformación de la uña, de separación de la uña del lecho ungueal (por limado profundo, trauma repetido...), así como de inflamación del pliegue ungueal (por retirar cutícula en exceso o manipular la uña agresivamente).

Temas

comentarios
tracking

Compartir

Herramientas