Consejos prácticos para proteger la piel evitando su envejecimiento prematuro
Los cánones de belleza han ido variando a lo largo de las épocas. Durante siglos una tez lo más blanca posible fue sinónimo de belleza pero desde hace ya varias décadas el bronceado se ha convertido en el ideal de muchos e incluso en una obsesión para algunos. Afortunadamente, según afirma Jerónimo Ors, farmacéutico y director de la firma de cosmética natural Cosméticos Paquita Ors, «esta tendencia comienza a revertirse y cada vez son más quienes se alejan de los rayos solares tratando así de evitar el envejecimiento de la piel y en el peor de los casos problemas de salud más graves».
Sin embargo, para quienes aún así desean lucir un bonito bronceado especialmente durante la época estival, Jerónimo Ors, que lleva por bandera la frase «el sol es el mayor enemigo de la piel», recomienda llevar a cabo una serie de prácticas «para proteger la piel, evitando su envejecimiento prematuro, la aparición de manchas y arrugas y su deshidratación».
Esta recomendación es fundamental para los primeros días que nos exponemos al sol, porque en esos días es cuando menos melanina tenemos y, como consecuencia, cuando es más fácil quemarnos. A medida que se produce la exposición, empiezan a producirse los melanocitos cuya principal función es brindar fotoprotección a la piel.
A diferencia de lo que piensa mucha gente, por echarnos agua con un spray cuando estamos al aire libre no nos bronceamos más rápido, sin embargo, sí que nos quemamos antes.
El betacaroteno es el precursor natural a la vitamina A y lo podemos encontrar en verduras como la zanahoria o el calabacín. «Comer una zanahoria cruda al día durante la semana anterior a ir a la playa o a la montaña es muy aconsejable», explica el director de Cosméticos Paquita Ors.
Las pieles hidratadas se broncean mejor y adquieren un color más bonito.
Al estar a oscuras se le da tiempo a la piel para que se recupere y pueda fabricar más melanina, la sustancia natural que nos protege de los rayos del sol.
El sol tiene un efecto dañino y oxidativo, por ello se debe usar un aftersun que contenga sustancias antioxidantes y calmantes procedentes de extractos vegetales como pueden ser la raíz de regaliz, la caléndula o la manzanilla.
Comentarios