Una persona cocinando pasta

Una persona cocinando pastaPixabay

El motivo por el que deberías hervir la pasta siempre sin sal

La investigación también afirma que se debe cocinar sin tapa y filtrar el agua en que se hierve

No hay nada más fácil y rápido que prepara un plato de pasta. Se pone agua en una cazuela, se le agrega sal y se le añade los macarrones, espaguetis o raviolis. Lo que en un principio es algo sano y sencillo puede que no lo sea tanto, según una nueva investigación.
La sal yodada ayuda a prevenir los trastornos por deficiencia de yodo, incluidos el bocio y ciertos defectos de nacimiento. Sin embargo, no está claro cómo interactúa este condimento con el agua potable tratada con cloramina. Un estudio llevado a cabo por Environmental Science & Technology de ACS ha demostrado que cocinar pasta en agua con sal de mesa yodada podría producir subproductos potencialmente dañinos.
En la mayoría de los países, el agua potable se trata con cloro o cloramina antes de que salga de los grifos de las casas y pequeñas cantidades de estos desinfectantes pueden terminar en el agua que se usa para cocinar.
Experimentos anteriores mostraron que cuando la harina de trigo se calentaba en agua del grifo que contenía cloro residual y se sazonaba con sal de mesa yodada, se podían formar subproductos de desinfección yodados potencialmente dañinos. Sin embargo, no se habían realizado estudios similares con alimentos reales y condiciones de cocción en el hogar. Susan Richardson y sus colegas querían averiguar si esto podría suceder en situaciones del mundo real y cómo poder minimizar la formación de subproductos de la desinfección.

Cuatro trucos a tener en cuenta

Los investigadores cocinaron macarrones en agua del grifo, que había sido tratada con cloramina y sal. En la prueba inicial, hirvieron la pasta según las instrucciones del paquete, pero en otras pruebas cambiaron las condiciones de cocción y el tipo de sal. Luego, el equipo midió las cantidades de seis trihalometanos yodados, que son compuestos potencialmente tóxicos, en los alimentos cocidos y el agua de la pasta. Detectaron todos los trihalometanos yodados en la pasta cocida y en el agua en la que había hervido y las condiciones de cocción afectaron significativamente las cantidades.
Con base en sus resultados, los investigadores identificaron cuatro formas de reducir el posible consumo de estas sustancias:
  • La pasta debe hervirse sin tapa
  • La pasta se debe colar y eliminar el agua en la que se cocina
  • Se debe agregar sal de mesa yodada después de cocinar la pasta
  • Si se quiere hervir la pasta en agua con sal habría que recurrir a otras opciones como sal sin yodo, sal kosher o sal del Himalaya.
Como explica el equipo, hervir la pasta sin tapa permite que escapen los compuestos clorados y yodados vaporizados, y colar la pasta elimina la mayoría de los contaminantes. Agregar sal yodada después de cocinar debería reducir el riesgo de formación de subproductos, pero se recomiendan sales no yodadas si se añade sala al agua antes de hervirla.
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