Mujer con insomnio a causa del calor

Mujer con insomnio a causa del calorGTRES

Cómo afrontar el calor cuando nos vamos a la cama

Cuando hace mucho calor el cuerpo no puede realizar el intercambio de temperatura y enfriarse para poder dormir

Casi toda España está inmersa en una nueva ola de calor. La Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) ha asegurado que la presencia de un extenso y potente anticiclón atlántico con centro próximo a las Islas Británicas está favoreciendo una situación de alta estabilidad en todo el país, con una masa de aire que, debido a la alta insolación, está aumentando su temperatura.
Con las altas temperaturas conciliar el sueño resulta más complicado. Los expertos apuntan que la mejor temperaura para poder dormir y descansar son los 17 grados centígrados, pero lo cierto es que en verano, en varios puntos de la Península, no bajan de 25.
Según la doctora María José Martínez, coordinadora del grupo de trabajo de cronobiología de la Sociedad Española del Sueño (SES), ha explicado a El Debate que para poder dormir, primero hay que que enfriar el cuerpo. «Nuestros órganos se tienen que enfriar, como ocurre con una máquina. Estos desprenden calor y a través de la piel tenemos que expulsar lo que nos sobra hacia fuera. Si la temperatura que hay en el exterior es muy superior, resulta muy complicado expulsarlo».
El calor normalmente lo echamos vasodilatando. Es decir, los capilares se vasodilatan y esto provoca un mayor flujo sanguíneo en las zonas superficiales. «Se nota mucho en los bebés, en los niños pequeños, cuando tienen sueño y vemos que se le ponen las orejas y la cara caliente es porque están expulsando calor para conciliar el sueño», apunta la experta de sueño.

La fase REM se caracteriza por ser el momento donde tenemos los sueños más raros y extrañosMaría José MartínezCoordinadora del grupo de trabajo de cronobiología de SES

Cuando la temperatura, fuera de la habitación en la que estamos, es demasiado elevada, el cuerpo no puede realizar el intercambio de temperatura y enfriarse para poder dormir. «Esto no solo nos va a afectar a la hora de conciliar el sueño, sino que el sueño que vamos a tener va a ser mucho más superficial, más fragmentado. Es decir, nos vamos a despertar varias veces a lo largo de la noche» comenta María José Martínez.
Tenemos varias fases de sueño, la principal es la REM. «Nosotros, en nuestro sueño, tenemos varios escalones donde vamos bajando del uno al tres. Es decir, vamos de una fase más superficial a una fase más profunda. Posteriormente, nos encontramos con la fase REM, que significa movimientos oculares rápidos y se caracteriza por ser el momento donde tenemos los sueños más raros y extraños».
«Después de este de esta fase REM tenemos un micro despertar fisiológico. No obstante, si en el momento de este micro despertar las condiciones en la habitación no son adecuadas, nos va a costar conciliar el sueño de nuevo», recuerda.
En la etapa nocturna, hay como mínimo cuatro despertares, ya que hay cuatro fases completas de sueño. «Si en esos despertares volvemos a tener calor, no vamos a poder conciliar el sueño y estaremos como al principio de la noche», aclara la profesional del SES.

Consejos para descansar con calor

Dormir con calor es complicado, pero con estos consejos que propone la doctora María José Martínez podrás conseguir dormir y levantarte descansado:
  • Hay que ventilar la habitación, airearla y refrescarla, al menos una vez al día, preferiblemente antes de conciliar el sueño. En caso de tener aire acondicionado es recomendable encenderlo un periodo corto.
  • Si la habitación en la que vamos a dormir recibe el impacto solar por la tarde, se deben bajar las persianas. Con esta forma se controlará bien la temperatura y resguardará el fresquito antes de ir a dormir.
  • No se debe abusar de los aires acondicionados y ventiladores, ya que pueden alterar el sueño por los ruidos y el frío. Además, ahora mismo, económicamente también debemos pensar en el control energético.
  • No hacer deporte más tarde de las ocho de la noche. Cuando hacemos ejercicio estamos hablando de deporte extenuante, por lo que nos va a alterar las pulsaciones, al igual que la presión arterial. Además, hay que tener en cuenta que en el gimnasio tenemos ruido, luces muy fuertes y azules, que le van a decir a nuestro reloj que es hora de despertarse cuando no es así.
  • Ducharse con agua templada. Aunque parezca contradictorio, si aplicamos calor sobre la piel favorecemos a que los pasos sanguíneos se abran, dilaten y entonces expulsen el calor.
  • Elegir sábanas de algodón o fibra natural, que sean transpirables. Hay que utilizar tejidos que no nos hagan sudar y permitan disparar ese calor.
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