Una mujer a bordo con miedo al avión

Una mujer a bordo con miedo al aviónFreepick

Supera el miedo a volar con estos sencillos consejos

Volar puede resultar todo un reto para algunas personas. Sin embargo, con entretenimiento y superación podrás llegar a tu destino sin enterarte

El miedo a volar es muy agobiante para muchos pasajeros, tanto, que les puede impedir conciliar el sueño días antes de coger un avión. Alguna de estas personas evitan este medio de transporte para desplazarse y optan por otros como el coche o el tren. No obstante, si no hay posibilidad de recurrir a otro medio, el avión siempre es una buena opción.
Este sentimiento se llama aerofobia, y es la que impide a los viajeros con este miedo visitar cada rincón del mundo. Se puede tratar de una fobia por sí misma o un conjunto de fobias como la claustrofobia o la acrofobia, que se manifiestan así. Existen varias fórmulas para hacer frente a este temor, pero la el buscador de vuelos Skyscanner ha publicado diez trucos para poder descubrir mundo y disfrutar volando.

Trucos para superar el miedo a volar

La empresa propone intentar entender lo que te espera. El ser humano tiende a tener miedo o desconfiar de lo desconocido. Por ello, cuanta más información puedas reunir antes de subirte al avión, mejor. Pide a amigos que viajen cotidianamente en avión que te relaten la experiencia. Entre otras cosas, puede contarte historias sobre turbulencias –uno de los principales miedos– que, obviamente, siempre acabaron con final feliz.
Además, en la web Flying without fear podrás acceder a una gran cantidad de contenido gratuito que incluye hasta el sonido del motor en el momento del despegue. El conocimiento es el primer paso para superar el miedo a volar.
Lo segundo es saber e interiorizar que volar es seguro. Las estadísticas están ahí. El avión es el medio de transporte más seguro hasta la fecha. El miedo a volar suele venir derivado del hecho de saber que, por un lado, si hay un accidente, tenemos muy pocas posibilidades de contarlo, y, por otro, que no controlamos nosotros los mandos.
A pesar de eso, hay que tener en cuenta que cuando conducimos un coche nosotros tampoco tenemos el control pleno sobre el aparato, ya que existen más factores: la carretera, las condiciones climáticas, los otros conductores...
Debes planear bien tu viaje. Hoy en día existen muchísimas maneras de planear tu viaje. La finalidad es organizar el viaje con tiempo y de la manera que te sientas más cómodo. En el caso de un avión, es mejor coger vuelos directos y en aviones grandes. También es mejor coger un vuelo nocturno, ya que te hará ir durmiendo la mayor parte del camino.
Si tienes miedo a volar, lo peor que puedes hacer es elegir un asiento en la cola del avión. Los expertos coinciden en que son estos los que mayor sensación de temblor transmiten al pasajero. En este sentido aconsejan sentarse lo más cerca posible de las alas, por ser la zona del avión con mayor estabilidad.
El hecho de sentirse encajonado tampoco ayuda a la persona que siente miedo a volar. Se puede producir un cierto efecto de pánico al pensar que no pueden moverse si algo sucede durante el vuelo. Para evitar esto, lo mejor es intentar coger un asiento de salida de emergencia o la fila delantera, donde el espacio para nuestras piernas es mayor. Y mejor junto al pasillo que en ventanilla. Ir cómodo en el avión contribuirá a que te relajes y, por tanto, a quitar el miedo a los aviones.
La imaginación es esencial. Por lo que si cierras los ojos, o te pones tu antifaz para conciliar el sueño, puedes imaginarte que te encuentras en un autobús viajando por carreteras que se extienden allá abajo, donde todo es bonito, terrenal y seguro. Acomódate en tu asiento y, si el avión se sacude un poco, simplemente imagina que el autobús acaba de coger el típico bache de carretera regional. Si eres capaz de visualizarte en otro sitio, poco a poco irás quitando el miedo a volar.
Piensa en lo que vas a hacer al llegar y las maravillas que vas a visitar. Interminables playas de arena blanca junto a mares de aguas cristalinas; cócteles de exóticos sabores; bosques, montañas, ríos y lagos por los que vagarás con tu mochila o bicicleta, etc. Intenta dibujar en tu mente las bellas y evocadoras imágenes de las cosas que esperas de tus vacaciones. Concentrándote en ellas tenderás a olvidar que te diriges hacia la meta.
También puedes centrarte en la oferta de entretenimiento a bordo. Si el avión tiene pantallas ponte alguna serie o película. El estar centrado en un filme, serie, documental o juego, hará que te olvides de lo demás y el tiempo pase mucho más rápido. Si no tiene porque es un viaje corto lee, escucha música o descárgate alguna serie. Cuando quieras darte cuenta el avión estará descendiendo para tocar tierra.
Enfráscate en una conversación con el vecino. Si es tu acompañante estarás cómodo desde el principio. Pero si es una persona que no conoces podrás contarle las vacaciones y quién sabe, igual es una nueva amistad. Con suerte, te hará olvidar tu miedo a volar. Al menos durante un rato.
Puedes tomar una o dos copas de vino. El alcohol tiende a dar sueño, por lo que podría ser una buena manera de dormir y despejar tus miedos. Una copita de vino o dos siempre ayudan a conciliar el sueño. No obstante, hay que recordar que el efecto del alcohol se potencia cuando nos encontramos a esas altitudes así que hay que evitar que se nos vaya la mano y acabemos sufriendo el efecto contrario al deseado. El alcohol con moderación quizá te ayude con tu miedo a volar.
Toma pastillas para dormir. Si al realizar los pasos anteriores no funcionan, lo mejor es que acudas al médico y le cuentes tus problemas. Seguro que él te puede ayudar.
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