El dolor brusco de cabeza puede alertar de un ictus

Una mala calidad del sueño se asocia con un mayor riesgo de sufrir migrañaGTRES

¿Podemos predecir cuándo ocurrirá un ataque de migraña?

Un estudio rastreó el sueño, energía, emociones y estrés para ver su relación con estos dolores de cabeza

La migraña es una afección común, a menudo debilitante, que implica un dolor de cabeza intenso y recurrente. También pueden causar náuseas, debilidad y sensibilidad a la luz. Según la American Migraine Foundation, hasta 148 millones de personas en todo el mundo sufren de migraña crónica. Estos fuertes dolores a menudo no se diagnostican ni se tratan, e incluso cuando se hace puede ser difícil tratarla a tiempo y encontrar estrategias para prevenir los ataques.
Un nuevo estudio busca, mediante el uso de aplicaciones móviles para rastrear el sueño, la energía, las emociones y el estrés, formas de predecir con mayor precisión cuándo ocurrirá una migraña y poder mejorar la capacidad de prevenir ataques. El estudio, publicado en Neurology, la revista médica de la Academia Estadounidense de Neurología, encontró que la mala calidad del sueño percibida, así como una calidad de sueño inferior a la habitual la noche anterior, se asociaban con un mayor riesgo de sufrir migraña a la mañana siguiente.
Un nivel de energía más bajo de lo habitual el día anterior también se asoció con dolor de cabeza a la mañana siguiente. Esos factores no condujeron a un mayor riesgo de migraña por la tarde o por la noche. Los únicos predictores de un dolor de cabeza por la tarde o por la noche fueron mayores niveles de estrés o tener energía superior al promedio el día anterior.

Ritmos circadianos

«Estos diferentes patrones de predictores de dolores de cabeza matutinos y posteriores resaltan el papel de los ritmos circadianos en el dolor de cabeza», dijo la autora del estudio Kathleen R. Merikangas, del Instituto Nacional de Salud Mental, parte de los Institutos Nacionales de Salud en Bethesda, Maryland en un comunicado. «Los hallazgos pueden darnos una idea de los procesos subyacentes a la migraña y ayudarnos a mejorar el tratamiento y la prevención», añadió.
En el estudio participaron 477 personas de entre 7 y 84 años, incluidas 291 mujeres. A través de una aplicación móvil, se pidió a los participantes que calificaran:
  1. Estado de ánimo
  2. Energía
  3. Estrés
  4. Dolores de cabeza
  5. Calidad de su sueño una vez al día
  6. Usaron monitores de sueño y actividad física
Casi la mitad de los participantes tenía antecedentes de migraña y el 59 % tuvo al menos un ataque de dolor de cabeza matutino durante el estudio.
Las personas con una peor percepción de la calidad del sueño tenían, en promedio, un 22 % más de posibilidades de sufrir un ataque de dolor de cabeza a la mañana siguiente. Una disminución en la calidad habitual del sueño autoinformada también se asoció con un aumento del 18 % en la probabilidad de sufrir un ataque de dolor de cabeza a la mañana siguiente.
Asimismo, una disminución en el nivel habitual de energía el día anterior se asoció con un 16 % más de posibilidades de sufrir dolor de cabeza a la mañana siguiente. Por el contrario, mayores niveles promedio de estrés y energía sustancialmente más alta de lo habitual el día anterior se asociaron con un 17 % más de posibilidades de sufrir dolor de cabeza en la tarde o noche siguiente. Después de considerar el sueño, la energía y el estrés, ni el estado de ánimo ansioso ni el deprimido se asociaron con los ataques de dolor de cabeza.

Nuestro estudio demuestra la importancia de monitorear los cambios en el sueño como un predictor de ataques de dolor de cabezaTarannum M. Lateef

«Sorprendentemente, no encontramos ningún vínculo entre los síntomas de ansiedad y depresión de una persona (ya sea que tenga más síntomas o niveles de síntomas superiores al promedio) y su probabilidad de sufrir un ataque de migraña al día siguiente», dijo Merikangas. «Quizás lo más interesante es que los dolores de cabeza se asociaron con la calidad del sueño autoevaluada en lugar de con medidas reales de los patrones de sueño. Esto resalta la importancia de los estados físicos y emocionales percibidos en las causas subyacentes de la migraña».
«Nuestro estudio demuestra la importancia de monitorear los cambios en el sueño como un predictor de ataques de dolor de cabeza», dijo el autor del estudio, Tarannum M. Lateef, del Sistema Nacional de Salud Infantil en Washington, DC. «El uso de aplicaciones que rastrean el sueño y otros aspectos de la salud, los estados emocionales y de comportamiento en tiempo real pueden proporcionar información valiosa que puede ayudarnos a controlar la migraña».
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