Omeprazol

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Omeprazol, los peligros de tomar a diario el falso protector de estómago

Este fármaco debe usarse únicamente si lo ha prescrito su médico

Los inhibidores de la bomba de protones (IBP) como son el omeprazol o el esomeprazol son de los medicamentos más prescritos en España. Según explican los expertos, la aparición en los años noventa de estos fármacos supuso una gran revolución en el manejo de la enfermedad ulcerosa y el reflujo gastroesofágico.
Existen en el mercado diferentes tipos de IBP: omeprazol, pantoprazol, lansoprazol, rabeprazol y esomeprazol siendo el primero el más antiguo y barato así como el más utilizado. De hecho, en las últimas décadas se ha observado un sobreuso de estos fármacos.
Con el uso generalizado de los inhibidores de la bomba de protones ha aumentado la preocupación sobre las reacciones adversas a estos medicamentos, siendo las más comunes el dolor abdominal, diarrea, estreñimiento, náuseas y vómitos. El uso a largo plazo del omeprazol y similares también se asocia con una serie de efectos adversos graves que incluyen:
  • Sobrecrecimiento bacteriano (SIBO).
  • Cáncer de estómago: un estudio publicado en British Medical Journal expuso que el uso a largo plazo de inhibidores de la bomba de protones como terapia de erradicación de Helicobacter Pylori se asocia con un mayor riesgo de cáncer de estómago.
  • Deficiencias nutricionales (vitamina B12, magnesio y hierro): un estudio estableció una clara relación entre la asociación entre el uso de inhibidores de la bomba de protones y bloqueadores H2 con la deficiencia de vitamina B12. Si no se trata, la deficiencia de vitamina B12 puede provocar: daño neurológico; demencia; anemia y otras complicaciones que pueden ser irreversibles.
  • Hipersecreción ácida de rebote.
  • Fracturas osteoporóticas: el uso a largo plazo de IBP está asociado con un contenido mineral óseo más bajo y una tasa más alta de osteoporosis en el cuello femoral.
  • Nefritis intersticial aguda y crónica.
  • Enfermedad renal crónica. Los fármacos inhibidores de la bomba de protones empiezan a afectar la función renal a partir de los 90 días de uso.
  • Infección (neumonía e infección por Clostridium difficile).
  • Rabdomiolisis.
  • Anemia.
  • Trombocitopenia.

No son protectores de estómago

Desde Quirón Salud explican que estos medicamentos consiguen disminuir la producción de ácido gástrico por un mecanismo directo ya que bloquea la maquinaria metabólica que lo produce, llamada bomba de protones. Esta forma de funcionar convierte al omeprazol, y de forma general a los inhibidores de la bomba de protones, en los medicamentos más eficaces para tratar todas aquellas enfermedades en la que conviene disminuir el ácido: la enfermedad por reflujo gástroesofagico, las gastritis o las úlceras.
Aunque el omeprazol ha ayudado a millones de personas también se usa de manera incorrecta dándose como 'protector' con fármacos que no necesitan o no se benefician de esa supuesta protección, como son, por ejemplo, los antibióticos. «También los usuarios lo han usado mal como comodín para poder hacer excesos de comida o de alcohol con un supuesto menor daño para la salud».
En conclusión, este fármaco debe usarse únicamente por aquellas personas que lo necesitan y que ha sido prescrito por su médico.
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