Una experta de Harvard revela el remedio para evitar los gases malolientes
Los gases acumulados pueden ser de origen gástrico o intestinal
A todo el mundo le ha sucedido en algún momento de su vida haber sufrido esos molestos gases que se acumulan en el intestino y causan espasmos intestinales y distensión abdominal. Esa flatulencia procede del gas que se ingiere al tragar y del que producen las bacterias de la flora intestinal.
En un artículo publicado en Elsevier, la farmacéutica Ángela Bosch explica que «los gases acumulados pueden ser de origen gástrico o intestinal. En el primer caso, se eliminan por vía bucal, mientras que en el segundo lo hacen por vía anal. Hasta que son eliminados, su acumulación dilata las paredes gástricas e intestinales. La distensión abdominal puede alcanzar un tamaño considerable, y es una de las molestias más frecuentes entre quienes presentan flatulencia».
La gastroenteróloga, la Dra. Trisha Pasricha, de la Facultad de Medicina de Harvard, explica en un vídeo en Instagram cómo utilizar un medicamento contra la acidez estomacal, cuyo principio activo es el subsalicilato de bismuto puede evitar situaciones embarazosas.
La doctora afirma que «reduce el 95 % de los gases que contienen sulfuro y reduce los síntomas de flatulencia» y añade: «Si simplemente está tratando de aliviar el malestar social durante uno o dos días, sin duda toma una dosis por vía oral hasta cuatro veces diarias ayudará a eliminar las molestas e inoportunas flatulencias» aunque asegura que debe tomarse con moderación, ya que en dosis altas los estudios han demostrado sus efectos tóxicos.
Si bien las flatulencias son una función biológica normal, las erupciones gaseosas excesivas o particularmente malolientes pueden, en raras ocasiones, ser un signo de algo más grave, como una enfermedad inflamatoria intestinal o incluso un cáncer de colon.
Por qué se producen los gases
La farmacéutica Ángela Bosch afirma que el exceso de gas suele ser consecuencia de:
- Comer deprisa.
- Tragar demasiado aire mientras se come.
- Una indigestión.
- Cambio brusco en la alimentación en cuanto al contenido de fibra.
- Exceso en el consumo de alimentos ricos en hidratos de carbono como arroz, pastas alimenticias, patata, pan, cereales o galletas.
- Empleo de antibióticos que desequilibran la flora intestinal.
- Ingesta de alimentos flatulentos.
- Otras veces es un síntoma de ciertas alteraciones o enfermedades: el estreñimiento ocasional o crónico, la intolerancia a la lactosa, la gastritis, la úlcera gástrica y la enfermedad de Crohn.