
Masculinizacion facial
Qué es la masculinización facial, el tratamiento estético más demandado por los hombres
Procedimientos quirúrgicos y no quirúrgicos diseñados para realzar o modificar las características faciales
La cirugía estética ha dejado de ser un tabú para los hombres y cada vez son más los que deciden someterse a un procedimiento de este tipo, sumándose así a las mujeres que de forma tradicional han sido quienes más los han demandado. En los últimos años se ha puesto de moda la masculinización facial.
Según explican los expertos de la Clínica Dermatológica Internacional este tratamiento consiste en procedimientos quirúrgicos y no quirúrgicos diseñados para realzar o modificar las características faciales como una mandíbula más definida, un mentón prominente, y pómulos marcados. Estos procedimientos pueden variar desde implantes faciales y remodelación ósea hasta tratamientos con rellenos dérmicos y toxina botulínica, dependiendo de los objetivos específicos del individuo.
Cinco zonas a tratar:
Mandíbula y Mentón
A través de implantes o cirugía de remodelación ósea, se puede lograr una mandíbula más ancha y un mentón más prominente, características asociadas con una apariencia masculina.
Pómulos
Los implantes o rellenos pueden utilizarse para crear pómulos más definidos.
Rinoplastia
Modificar la forma de la nariz para que se ajuste mejor a las proporciones masculinas del rostro.
Frontoplastia
Modificación de la frente para reducir cualquier abombamiento y lograr una apariencia más plana y ancha, típicamente masculina.
Tratamiento de la piel
Incluyendo terapias con láser y rellenos para mejorar la textura de la piel y tratar cualquier cicatrización.
Técnica con ácido hialurónico
En aquellos casos que no se quiera recurrir a cirugía, expertos de Mesoestetic explican en qué consiste la masculinización facial no quirúrgica con aplicación de rellenos dérmicos de ácido hialurónico reticulado en puntos estratégicos del rostro. «Se trata de una técnica mínimamente invasiva que se realiza en consulta médica y no suele durar más de 45 minutos», afirman.
Después de un tratamiento con rellenos dérmicos a base de ácido hialurónico, es habitual que aparezcan leves hematomas o una ligera inflamación. Estos son efectos secundarios esperados tras la aplicación intradérmica del producto.
Como ocurre con todos los tratamientos de relleno con ácido hialurónico, los resultados no son permanentes. Sin embargo, en muchos casos pueden mantenerse visibles durante más de un año.