El chocolate es uno de los alimentos ricos en triptófano

El chocolate es uno de los alimentos ricos en triptófano

¿Qué relación hay entre el chocolate y el dolor de cabeza?

La ciencia ha observado que el antojo de chocolate puede ser un síntoma del comienzo de la migraña

En España, cerca de la mitad de la población sufre dolores de cabeza de forma recurrente. Para muchas personas, esta molestia puede convertirse en un problema crónico, afectando su calidad de vida e incluso manifestándose a diario.

Los tipos más comunes de dolores de cabeza incluyen la cefalea tensional, las migrañas o jaquecas y diversas neuralgias, como la del trigémino o la de Arnold. En la mayoría de los casos, se trata de dolores primarios, es decir, no asociados a una enfermedad subyacente. Sin embargo, en algunos pacientes, el dolor de cabeza puede ser secundario a patologías más graves, como hipertensión, malformaciones vasculares, hemorragias intracraneales, traumatismos, tumores cerebrales o infecciones.

Por este motivo, es fundamental realizar una historia clínica detallada y una evaluación neurológica completa. En algunos casos, se requiere también un estudio vascular (como ecografías o doppler) o pruebas de imagen (resonancia magnética o TAC cráneo-cervical) para descartar causas orgánicas.

La Dra. Lucía Vidorreta Ballesteros, coordinadora de la Unidad de Cefaleas del Hospital Quirónsalud San José, destaca: «Lo importante es saber que, en la mayoría de los casos, con un conocimiento adecuado del tipo de dolor, un enfoque integral y una atención cercana, es posible vivir sin dolor de cabeza».

El papel de la alimentación

En algunos pacientes, ciertos alimentos o compuestos presentes en la dieta tienen fama de favorecer la aparición de cefaleas. Pero, ¿qué hay de cierto en esto?

Habitualmente se acusa al chocolate, las fresas, los embutidos o el queso como causantes de la migraña, lo que provoca que muchas personas dejen de ingerirlos, incluso la ciencia ha observado que el antojo de chocolate puede ser un síntoma del comienzo de la migraña. La doctora Lucía Vidorreta Ballesteros, especialista en Neurología del Hospital Quirónsalud San José explica que «cuando la persona asocia el consumo de chocolate con la aparición del dolor, tiende a creer que es la ingesta la que lo provoca, cuando en realidad debería aprender a percibir estas ganas de dulce como un aviso de la crisis migrañosa».

Por su parte, el doctor David Andrés Pérez Martínez, jefe de servicio de Neurología y Neurofisiología Clínica de los hospitales Universitario La Luz y Valle del Henares y del Centro Médico Quirónsalud Valle del Henares, afirma: «Existen indicios de que tanto una dieta baja en grasas como la dieta cetogénica —caracterizada por un bajo consumo de carbohidratos— podrían contribuir a reducir la frecuencia de las migrañas, aunque la evidencia disponible aún no es de alta calidad».

Por otro lado, diversos ensayos clínicos apuntan a una disminución de los episodios de migraña mediante el uso de suplementos como vitaminas del grupo B, Coenzima Q10, ácidos grasos omega-3 o magnesio. Este último ha despertado especial interés, tal como destaca el especialista: «Se han llevado a cabo estudios sobre su aplicación tanto como tratamiento único como en combinación con los fármacos comúnmente utilizados para la migraña, demostrando su eficacia en ambas modalidades».

Desencadenantes de las migrañas

Expertos de Asisa han identificado varios de estos posibles desencadenantes:

Cafeína

Su efecto depende de la dosis y frecuencia de consumo. En pequeñas cantidades, puede tener un efecto analgésico, pero su consumo excesivo puede agravar las migrañas.

Glutamato monosódico (GMS)

Presente en muchos productos procesados como sopas instantáneas, snacks, aderezos, conservas y salsas. Puede actuar como un potente desencadenante.

Aminas biógenas

Son compuestos que se encuentran de forma natural en muchos alimentos o se forman durante procesos de fermentación. Las más destacadas son:

Tiramina: presente en el chocolate, algunos lácteos y bebidas alcohólicas.

Histamina: se encuentra en pescados, quesos curados, carnes procesadas, frutas como fresas, cítricos, higos, aguacates, así como en tomates, cebollas y alimentos fermentados.

Feniletilamina: presente en alimentos de origen animal, vino y chocolate.

Nitratos: comunes en carnes procesadas como el tocino, las salchichas y embutidos, pueden provocar cefaleas.

Mezclas de féculas: alimentos como pan, bollería, pasta, arroz o patatas pueden resultar difíciles de digerir para algunas personas, generando cefaleas como consecuencia.

Alcohol: además de contener tiraminas, puede inducir migrañas, mareos y sensación de desorientación.

Plátanos y cítricos

Su alto contenido en tiramina e histamina los convierte en potenciales desencadenantes de dolor de cabeza.

Frutos secos

Aunque son saludables en general, contienen sulfitos, una sustancia que puede intensificar el dolor en personas propensas a las jaquecas.

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