Cápsula de vitamina D

Cápsula de vitamina DGetty Images / Helin Loik-Tomson

¿Está justificado el auge en la demanda de vitamina D?

La vitamina D es uno de los nutrientes fundamentales en la salud musculoesquelética, ayuda a absorber el calcio de los huesos y fortalecerlos. Además, es un factor indispensable para el sistema inmunitario. La Dra. Sílvia Martínez Couselo, especialista en Bioquímica Clínica del Hospital Universitari Germans Trias i Pujol, explica que «mantener concentraciones adecuadas de vitamina D no solo es crucial para la salud ósea, sino también para el equilibrio del sistema inmunitario, lo que puede ser determinante para reducir el riesgo de desarrollar diversas enfermedades autoinmunes».

Sin embargo, para tomar suplementos de vitamina D es fundamental que sea el médico quien diagnostique bajos niveles en el organismo.

A esta respecto, la Sociedad Española de Farmacéuticos de Atención Primaria (SEFAP) ha alertado que el exceso de suplementación puede provocar a corto plazo síntomas como náuseas, vómitos, estreñimiento, pérdida de apetito y debilidad, y a largo plazo puede incluso dañar los riñones, formando cálculos renales, causando insuficiencia renal y afectando también a la salud cardíaca.

La disparidad de criterios entre sociedades médicas y profesionales sanitarios ha impedido establecer un consenso claro sobre los niveles óptimos de esta vitamina esencial.

Valores de vitamina D

Llegar a definir la deficiencia de la vitamina D es uno de los temas que continúa suscitando controversia entre la comunidad científica. En la actualidad, el déficit de este nutriente a nivel mundial está presente y viene asociado a factores como los cambios en los estilos de vida, la contaminación, el uso de protectores solares o el incremento de la obesidad. En Europa, entre un 35-70 % de la población muestra concentraciones insuficientes de vitamina D.

Elena Moreno Charco, farmacéutica de Atención Primaria de la Gerencia de Atención Integrada de Cuenca del Servicio de Salud de Castilla la Mancha (SESCAM) afirma que existen posturas divergentes respecto a los valores ideales de vitamina D.

Cuando se toman valores umbrales de 25(OH)D (concentración de vitD determinada en sangre mayores de 30 ng/ml), más del 88 % de la población presente niveles bajos. Sin embargo, cuando el umbral aplicado es de 20 ng/ml, la cifra de la población con niveles bajos disminuye al 37 %. Y si el umbral es de 10 ng/ml, la prevalencia cae hasta el 7 %.

Esta falta de consenso, indica la farmacéutica, ha provocado un incremento notable de las pruebas médicas. La facultativa especialista de Bioquímica Clínica del Hospital Universitario La Paz, la Dra. María Luisa González Casaus, señala que la medición sérica de 25(OH)D, la prueba estándar para determinar la reserva de vitamina D del organismo, «debe realizarse únicamente en grupos de riesgo definidos por aporte inadecuado de fuentes naturales, patologías que afectan al metabolismo de la vitamina D y/o fármacos que interaccionan con el mismo». Asimismo, como informa la Dra. González, se plantea la suplementación con vitamina D en grupos de riesgo como niños y ancianos sin necesidad de realizar mediciones previas, «tal y como recomiendan las ultimas guías de 2024». Además, la experta plantea la individualización en el control de la suplementación, «no recomendándose la monitorización generalizada de la concentración de 25(OH)D, que debe indicarse correctamente para evitar interferencias en la medición inmediatamente después de la administración del suplemento».

Vitamina D en la dieta

La Federación de Asociaciones de Farmacia (FAP) subraya que, en personas sanas, basta con una ingesta de entre 600 y 800 unidades internacionales (UI) diarias de vitamina D para mantener niveles adecuados.

Según el organismo, esta cantidad puede alcanzarse fácilmente a través de la dieta. «Por ejemplo, 100 gramos de atún a la plancha aportan unas 1.000 UI, mientras que la misma cantidad de setas puede proporcionar entre 400 y 800 UI», precisa.

La FAP recuerda además que la exposición solar es una fuente fundamental de esta vitamina. Recomienda tomar el sol en cara, brazos o piernas entre 5 y 15 minutos al día –dependiendo del tipo de piel– en el intervalo de las 10:00 a las 16:00 horas, especialmente en otoño y primavera. Eso sí, advierte de que, en exposiciones más prolongadas, es necesario utilizar fotoprotección para prevenir riesgos de cáncer cutáneo y envejecimiento prematuro.
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