Los cinco alimentos bajos en calorías que una nutricionista jamás comería

Uno de los principales problemas de salud en España es la obesidad y el exceso de peso tanto en la población adulta como en la infantil. Según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) el 40 % de los adultos españoles tiene sobrepeso y un 17 % sufre obesidad.

Restringir o eliminar los alimentos ultraprocesados así como los que tienen altas concentraciones de azúcares e incorporar a la dieta frutas, verduras, cereales integrales, productos lácteos y proteínas es una buena manera de conseguir la ingesta calórica que necesita un adulto medio que oscila entre las 1.700 y 2.300, dependiendo del sexo y la edad.

La nutricionista Laura Pérez Naharro explica, en un vídeo en TikTok, los cinco alimentos bajos en calorías que como nutrición no recomienda comer. «Un ejemplo muy común es el fiambre de pavo: bajo en calorías y rico en proteínas pero no deja de ser una carne procesada» y añade: «Incluso aunque presente un porcentaje elevado de carne no se recomienda como consumo frecuente. Además presenta un alto contenido del sodio».

En segundo lugar el surimi (palitos de cangrejo) o las gulas que parecen pescado, pero que en realidad no llegan al 50 % de materia prima: «Piensa en ellos como la versión de la salchichas pero en pescado». Algo similar ocurre con algunas versiones de quesos light «ni siquiera pueden denominarse quesos ya que son mezclas de lácteos procesados, incluyendo grasas vegetales», afirma la nutricionista.

Es común calmar el hambre con un alimento como las gelatinas sin azúcar, ¿cuál es el problema? Pérez Naharro explica que «prácticamente no aportan calorías, pero tampoco sacian y terminas picando más entre horas».

Por último, las galletas sin azúcar, nutricionalmente son idénticas a las bollería industrial, solo cambia el tipo de edulcorante.

Los expertos aseguran que la base de una dieta equilibrada se fundamenta en un aporte de calorías, proteínas, hidratos de carbono, lípidos, minerales, vitaminas, agua y fibra en función de la edad, el sexo, la etapa de desarrollo o la situación del organismo.

Así mismo, el alto consumo de ultraprocesados como refrescos, galletas, bollería industrial, platos precocinados o pizzas se vinculan con enfermedades cardíacas, cáncer colonorrectal y muerte prematura.