La presión arterial tiene un patrón diario
Salud y Bienestar Cómo bajar la presión arterial: claves para una vida más larga y saludable
Cuando la presión con la que circula la sangre en los vasos sanguíneos es demasiado alta se habla de hipertensión arterial. En España, esta patología crónica que afecta a más de un 42 % de los españoles mayores de 18 años, es responsable de millones de casos de accidentes cerebrovasculares, infartos de miocardio, insuficiencia cardíaca y daño renal, de ahí la importancia de su control.
La Organización Mundial de la Salud advierte de que, aunque la edad avanzada y la genética pueden incrementar el riesgo, existen factores de riesgo modificables –como una dieta rica en sal, el sedentarismo o el consumo excesivo de alcohol– que agravan la prevalencia del problema.
El Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la OMS, explica que «aunque la hipertensión puede controlarse de manera efectiva con medicamentos simples y de bajo costo, solo una de cada cinco personas la tiene bajo control», a lo que añade: «Los programas de control siguen sin recibir la atención que merecen y su financiación está muy por debajo de lo necesario», añadió.
Para controlar la presión arterial y garantizar la circulación normal de la sangre a través de los vasos sanguíneos, permitiendo el transporte de oxígeno y nutrientes a todos los tejidos del cuerpo para su correcto funcionamiento, especialistas de la Clínica Mayo explican que un cambio en el estilo de vida puede prevenir, retrasar o incluso reducir la necesidad de medicación para controlar la tensión arterial. Entre sus recomendaciones más relevantes se incluyen:
Bajar de peso. La presión arterial aumenta con el exceso de peso, y la obesidad puede favorecer trastornos como la apnea del sueño, que elevan aún más la tensión.
Hacer ejercicio regularmente. Al menos 30 minutos diarios de actividad física moderada ayudan a mantener la presión en niveles saludables.
Seguir una dieta equilibrada. Incluir granos integrales, frutas, verduras y lácteos bajos en grasa, y reducir grasas saturadas y colesterol.
Reducir el consumo de sal. Disminuir el sodio mejora la salud cardiovascular y reduce la presión arterial.
Limitar el alcohol. No más de una copa diaria en mujeres o dos en hombres.
Abandonar el tabaco. Fumar eleva la presión arterial y multiplica el riesgo cardiovascular.
Dormir bien. Un descanso insuficiente o de mala calidad puede contribuir a la hipertensión.
Gestionar el estrés. El estrés crónico afecta directamente a la presión arterial.
Controlar la tensión en casa. La monitorización doméstica permite evaluar la eficacia de los tratamientos y cambios de hábitos.
Buscar apoyo social. Contar con familiares y amigos mejora la adherencia a los hábitos saludables y el bienestar emocional.
Cómo se mide la tensión arterial
La tensión arterial se mide en milímetros de mercurio (mmHg) y se compone de dos cifras. La primera se refiere a la presión arterial sistólica –se produce cuando el corazón se contrae para bombear sangre– y la segunda a la presión arterial diastólica –cuando el corazón se relaja entre latidos–.
Según explican desde la Fundación Española del Corazón, cuando se habla de presión arterial normal, en adultos los niveles máximos de presión arterial sistólica, deben estar entre 120-129 mmHg, y los de diastólica entre 80 y 84 mmHg. Los cardiólogos afirman que cifras más bajas también pueden considerarse normales, siempre que no provoquen ningún síntoma.
Atendiendo a los valores de la tensión arterial, expertos de Sanitas explican cuáles son los niveles normales, bajos, altos o prehipertensión.
- Normal: los valores que determinan la normalidad pueden oscilar entre 90/60 y 130/90 mm de mercurio.
- Hipotensión o tensión baja: cuando se produce una caída de 20 mm de mercurio sobre los valores que se tienen habitualmente.
- Hipertensión o tensión alta: si se superan los 140/90 mm de mercurio. El envejecimiento conlleva habitualmente un aumento de la tensión arterial a causa del endurecimiento de las paredes arteriales, por lo que es muy frecuente que las personas mayores sufran de hipertensión.
- Prehipertensión: en una clasificación recientemente incorporada y que está determinada cuando el valor de la tensión arterial se encuentra entre 130/80 y 140/90 mm de mercurio. Llegados a este punto los especialistas consideran que es el momento de iniciar una vigilancia más continuada así como adoptar medidas preventivas que afectan a los hábitos de vida especialmente en lo referente a la dieta y a la práctica regular de ejercicio, así como al abandono del tabaco en caso de que se sea fumador.