Un cuenco de sal
Qué es el yodo y por qué es imprescindible para la salud
El yodo es un elemento químico esencial para el funcionamiento adecuado del cuerpo humano. Es indispensable para la síntesis de las hormonas tiroideas, fundamentales en procesos vitales como el metabolismo, el crecimiento corporal y el desarrollo neurológico y cognitivas normales.
La doctora Silvia González Martínez, vocal del Comité Gestor del Área de Tiroides de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN), explica que la falta de este elemento puede acarrear trastornos relevantes como el bocio, la formación de nódulos tiroideos y diversas disfunciones del tiroides: «Los casos más graves se producen en las primeras etapas de la vida cuando la deficiencia de yodo puede afectar al crecimiento y al desarrollo neurológico de los niños», ha alertado.
González Martínez ha subrayado que «algunos estudios recientes evidencian un importante descenso del consumo de yodo en Europa», una tendencia que preocupa especialmente a los especialistas en endocrinología. En este contexto, la SEEN ha puesto en marcha la campaña divulgativa en redes sociales titulada Que sea poca… pero que sea yodada, con el propósito de concienciar sobre la importancia de consumir sal yodada como medida preventiva básica.
Los expertos advierten también del aumento del riesgo entre quienes siguen dietas vegetarianas o veganas, así como entre mujeres embarazadas o en período de lactancia, dado que en estas etapas la necesidad de yodo es mayor. Un reciente estudio llevado a cabo en Asturias refleja que el 52 % de las mujeres gestantes no alcanzan niveles adecuados de yoduria, lo que, en palabras de la especialista, «refleja una tendencia creciente en Europa, donde se observa un empeoramiento de la nutrición de yodo por los cambios en los hábitos de consumo como la reducción de lácteos y el aumento de dietas basadas en alimentos de origen vegetal».
Alimentos ricos en yodo
Frente a esta situación, la Organización Mundial de la Salud recomienda incorporar sal yodada a la dieta diaria como medida sencilla y eficaz. La doctora González Martínez ha querido puntualizar que «no se trata de consumir más sal, sino de que la que usemos sea yodada». Además, el consumo habitual de alimentos ricos en yodo pueden contribuir a mantener niveles adecuados de este micronutriente.
- Sal yodada
- Almejas, berberechos
- Ajo
- Cigalas, langostinos, gambas
- Mero
- Acelgas, judías verdes
- Piña
- Huevo
- Cebolla y cebolleta
- Champiñones y setas
Qué pasa con déficit de yodo
La endocrinóloga insiste en que prevenir la deficiencia de yodo es crucial no solo en la infancia, para garantizar un desarrollo neurológico adecuado, sino también en la edad adulta, como medida para evitar la aparición de enfermedades relacionadas con la tiroides. Por ello, desde la SEEN se considera imprescindible aprovechar jornadas como el Día Mundial de la Prevención de los Trastornos por Deficiencia de Yodo para sensibilizar a la población. «Con pequeños gestos en la alimentación diaria se puede mejorar de forma decisiva nuestra salud», concluye.
La SEEN, integrada por más de 2.600 profesionales, aglutina a médicos especialistas y otros titulados del ámbito biomédico que trabajan en áreas relacionadas con la endocrinología, la diabetes, la nutrición y el metabolismo. La sociedad científica tiene como misión profundizar en el conocimiento de estas disciplinas y trasladar los avances científicos a la práctica clínica, con el objetivo de mejorar el diagnóstico y tratamiento de los pacientes con patologías endocrinas o nutricionales.