Un embrión humano, aproximadamente a las ocho semanas de gestación
Un Gobierno en campaña contra la vida
La eliminación del periodo de reflexión para el aborto: «Las coartan para que no tomen una decisión en contra»
La nueva ley del aborto ofrece todavía más facilidades para la interrupción voluntaria del embarazo en contra de las opiniones de los expertos
«Obligamos a todas las mujeres a reflexionar tres días, como si sus decisiones no fuesen legítimas. ¿Se imaginan, señorías, que esto sucediera con un hombre que acude al centro de salud para proteger el derecho a la salud?». Irene Montero hacía esta reflexión para apoyar la eliminación del periodo de reflexión de la mujer en los casos de aborto.
La nueva ley que prepara la ministra de Igualdad aumenta todavía más las facilidades de las mujeres para abortar, sin más justificaciones médicas o psicológicas «que puedan suponer una barrera» –como las calificó Montero– a la interrupción voluntaria del embarazo.
Rita tiene ahora dos hijos de 2 y 4 años. Cuando acudió a Rescatadores Juan Pablo II, había abortado cuatro veces en una famosa clínica de Madrid. «Estaba en una situación muy difícil: no tenía trabajo ni papeles y el padre no quería saber nada de mí», comenta. «Fue una amiga la que me dijo que abortara; fuimos a la clínica, pagué 400 euros y una hora después ya lo estaban haciendo».
En el caso de Rita, ni siquiera tuvo esos tres días de reflexión que marca la ley y reconoce que, si alguien la hubiera apoyado en ese momento, «no lo hubiera hecho».
En la mayoría de los casos , las mujeres no han tenido un periodo de reflexión
Como Rita, miles de mujeres se han encontrado en la misma situación, la mayor parte sin apoyo. «Llevamos diez años y hemos rescatado a más de 6.000 bebés; en la mayoría de los casos no han tenido un periodo de reflexión», denuncia Marta Velarde, fundadora de Rescatadores Juan Pablo II.
Velarde lamenta que muchas mujeres, «no necesitan solo tres días, algunas incluso un mes». «La mayoría no han tenido ninguna opción, se las coarta para que no puedan tomar una decisión. No interesa que hablen».
El problema del entorno
Vania Barriga, psicóloga de RedMadre Murcia explica que el conocimiento de un embarazo no deseado genera «un estado de gran estrés», ya que lo ven como «un ataque a sus planes personales y familiares». «Estas mujeres tienen una tendencia a ver lo negativo por desconocimiento, que se intensifica por todo lo que le dice su entorno».
Esta sensación les provoca que incluso pierdan la orientación. «No quiero compararlo a estrés postraumático –porque hay diferencias significativas–, pero están totalmente desorientadas», añade Barriga.
Tomar una decisión de ese calibre necesita su tiempo y las prisas no benefician
Para esta experta, es necesario un tiempo de reflexión que permita a estas mujeres un mayor asesoramiento para tomar una decisión con mayor claridad. «Hemos encontrado mujeres que, aún recibiendo asesoramiento, tienen muy clara la interrupción. Eso se respeta, pero hay otras que necesitan ese tiempo. Tomar una decisión de ese calibre necesita su tiempo y las prisas no benefician», señala.
Culpa... y sobre todo cólera
El problema, además, es el sentimiento de rabia que provoca. «La culpa es un sentimiento que corre a lo largo de sus vidas, pero el que aparece con más intensidad es la cólera por no haber sido informadas, por no haber recibido apoyo».
Por eso, esta psicóloga critica la falta de conocimiento de los legisladores ante la realidad de muchas mujeres que se plantean el aborto. «Yo misma me asusté durante mi embarazo, porque es un reto. Hay un gran desconocimiento de los aspectos psicológicos y emocionales que se generan en las mujeres; se generan políticas respecto a la maternidad y el aborto que no consideran lo que las mujeres sienten. Es contradictorio», concluye.
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