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25 de abril de 2024

Imagen de un restaurante en Hong Kong.

Imagen de un restaurante en Hong KongAFP

Salud

Las epidemias ocultas de China amenazan con cambiar por completo el país

El crecimiento económico que lleva disfrutando el país desde finales de los setenta ha traído una gran prosperidad al país asiático junto con una 'occidentalización'

China se enfrenta a una de las mayores emergencias de salud de su historia, pero no se trata del coronavirus. Las «epidemias ocultas», como el cáncer, los problemas cardíacos y la diabetes, están cambiando el país a nivel social, económico y demográfico.
La transformación del país en los últimos años por el milagro económico producto de la rápida industrialización y el traslado de millones de personas de los entornos rurales a pueblos y ciudades ha aumentado la prosperidad de los ciudadanos, pero también un aumento de enfermedades tradicionalmente consideradas como «occidentales».
Wang Feng, sociólogo de la Universidad de California, explica a The Guardian que el cambio de ritmo observado en China durante los ochenta y noventa no se parece a nada visto anteriormente en otro periodo de la historia. Y esos problemas sociales y sanitarios están saliendo ahora a la luz.
«Son epidemias ocultas y duraderas», añade. «El cambio de una nueva dieta en un corto periodo de tiempo combinado con un envejecimiento sin precedentes será uno de los mayores desafíos a los que se enfrenta China, no solo para las familias, sino para los líderes políticos».
Por ejemplo, más de un tercio de los 1.100 millones de fumadores que hay en el mundo viven en China. Según las proyecciones actuales, las enfermedades relacionadas con el tabaquismo –como el cáncer de pulmón o las enfermedades respiratorias y cardíacas– matarán a uno de cada tres jóvenes chinos en 2050.
Este dato se une a una crisis demográfica por una tasa de natalidad que no deja de caer y una población que envejece rápidamente. La ONU cree que China pasará de los 1.400 millones de ciudadanos actuales a 1.000 millones para 2100. Otras predicciones más drásticas sugieren que para entonces la reducción será de la mitad de la población.
Para Bernard Stewart, profesor de la Universidad de Nueva Gales del Sur, China debe tomar medidas lo antes posible para evitar el «desastre». «Hay una gran diferencia de tasas entre provincias, pero las ciudades altamente industrializadas son áreas de desastre».

Accidentes cerebrovasculares

La principal causa de muerte en China son los accidentes cerebrovasculares, seguidas de las enfermedades cardíacas, las pulmonares crónicas y el cáncer de pulmón. Esta situación se da especialmente en las ciudades más industrializadas, donde la población es más propensa a sufrir hipertensión, obesidad y una dieta baja en frutas y verduras, pero alta en carne roja, según un estudio de The Lancet.
Además, es el país con mayor número de diabéticos, con 110 millones, y la OMS calcula que para mediados de siglo serán 150 millones. Esta enfermedad y sus complicaciones contribuyen a casi un millón de muertes al año, de las cuales el 40 % se consideran prematuras.
Aunque es la segunda economía del planeta, sus resultados de salud son propios de países en vías de desarrollo. Para hacer frente a la situación, el Partido Comunista lanzaron la campaña Healthy China 2030 para reducir las muertes prematuras, controlar los factores de riesgo y aumentar la capacidad de atención médica. Sin embargo, obstáculos del tipo económico están frenando las buenas intenciones.

Cambio de dieta

Luego está el problema nutricional. Hasta mediados de los setenta, la población china seguía una dieta de subsistencia. Con la prosperidad, productos como el cerdo y los aceites vegetales ayudaron a mejorar la nutrición, pero también trajo consigo un mayor consumo de alcohol y tabaco. La falta de información también aumentó los niveles de sobrepeso.
Con el tiempo, esta población ha envejecido y supone una importante carga para las economías familiares en concepto de gastos médicos. Pekín es consciente de ello y es uno de los motivos por los que les ha llevado a agarrarse a la estrategia de covid cero con más entusiasmo que ningún otro país en el mundo.
Alrededor del 95 % de la población china tiene algún tipo de seguro médico. Esto no significa que sea asequible ni que la atención sea buena, pero sí que la cantidad de hospitales privados haya superado a los públicos, aumentado de paso las desigualdades. Y es que, en China, un problema de salud es un problema económico.

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