Miles de personas denuncian el «desmantelamiento» de Osakidetza
Miles de personas acusan al gobierno de PNV y PSOE del «desmantelamiento» del sistema vasco de salud
Se denunciaron también los intentos de privatización encubierta de Osakidetza, como el servicio de diálisis y los recortes en la atención ciudadana
Este sábado, multitudes se congregaron en Bilbao y Vitoria para expresar su apoyo a la sanidad pública y rechazar cualquier intento de desmantelamiento. Durante las protestas, se dirigieron críticas al Gobierno Vasco –formado por PNV y PSOE– por su supuesta adopción del modelo estadounidense y se señaló la ironía de que aquellos que han estado en el poder durante décadas ahora nieguen los problemas existentes.
Las manifestaciones fueron organizadas por la Coordinadora de Plataformas Ciudadanas en Defensa de la Sanidad Pública de Euskadi, con la participación de diversos sectores políticos, sindicales y sociales. Los eventos comenzaron a las 12:00 horas en Bilbao y Vitoria, mientras que en San Sebastián se programó una protesta para las 17:00 horas.
En Bilbao, los manifestantes, incluido el Movimiento de Pensionistas, recorrieron el centro de la ciudad expresando su rechazo a los recortes en la sanidad y advirtiendo sobre las graves consecuencias de tales medidas. En el Teatro Arriaga, se leyó un comunicado denunciando el continuo deterioro, desmantelamiento y privatización de la sanidad pública, atribuyendo la responsabilidad a la gestión política irresponsable del Gobierno Vasco.
Se criticó la hipocresía de aquellos que han gobernado durante décadas y ahora pretenden abordar los problemas de la sanidad solo cuando se acercan las elecciones autonómicas. Se cuestionó la credibilidad de quienes han promovido el desmantelamiento de la sanidad pública en favor de intereses privados, cerrando centros y reduciendo la atención primaria.
Se denunciaron también los intentos de privatización encubierta, como el servicio de diálisis y los recortes en la atención ciudadana, mientras se anuncian inversiones en infraestructuras sin atender adecuadamente las necesidades de personal en los centros sanitarios.
La urgencia de detener este proceso de desmantelamiento se enfatizó, evitando que la sanidad pública se reduzca a mínimos como en el modelo estadounidense. Se instó a un nuevo modelo de cuidados integral, completamente público, universal, gratuito y de calidad.
Además, se expresó preocupación por el colapso de las urgencias, el cierre de Puntos de Atención Continuada y las dificultades para acceder a la atención presencial, abogando por una refundación de la atención primaria y asignando al menos un 25 % del presupuesto sanitario para este propósito.
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