Hemiciclo del Parlamento Europeo en Estrasburgo
La Eurocámara incluye la explotación de vientres de alquiler como un caso mínimo de trata de seres humanos
Para la Declaración de Casablanca la única forma de respetar los derechos de los niños y de las mujeres es la Abolición de la Gestación Subrogada con una Convención Internacional
Este martes, el Parlamento Europeo ha votado a favor del acuerdo que se dio el pasado mes de enero entre instituciones por el que se tipificarán como delitos de trata de seres humanos el matrimonio forzado, la adopción ilegal y los vientres de alquiler «con fines de explotación». Es decir, cuando la mujer sea coaccionada o engañada para gestar.
La reforma, adoptada por 563 votos a favor, siete en contra y 17 abstenciones por el pleno reunido en Estrasburgo (Francia), necesita aún el visto bueno formal de los Veintisiete y tras su publicación, los gobiernos tendrán dos años para trasladarla a las respectivas legislaciones nacionales.
En este sentido, Olivia Maurel, activista que nació por gestación subrogada, ha denunciado que la GPA «antepone a un niño antes de la concepción en medio de un contrato». Un niño, ha proseguido, que será creado «solo para ser abandonado al nacer», puesto que el pequeño es «arrancado de su madre, la única persona que el bebé buscará al nacer», ha aseverado.
Las nuevas normas pretenden ofrecer a las autoridades judiciales y policiales herramientas más fuertes para investigar y perseguir las nuevas formas de explotación, incluidas aquellas que se dan en internet.
Aunque se ha dado un paso, la Declaración de Casablanca lo ve insuficiente, ya que para ello la única forma de respetar los derechos de los niños y los derechos de las mujeres es la «Abolición de la Gestación Subrogada con una Convención Internacional». Así, consideran que esta controvertida práctica siempre va en contra de la dignidad y los derechos del niño y de las mujeres, puesto que son utilizadas y explotadas incluso con su consentimiento.
Al hilo, Bernard García Larrain, coordinador de la Declaración de Casablanca, ha considerado que este es «un mercado en el que se alquilan los cuerpos de las mujeres y se vende la vida de los niños». Una venta que, según las estimaciones, tiene «un valor de 14.000 millones de dólares en todo el mundo», ha denunciado.
Qué perseguirán
Bruselas propuso a finales del 2022 esta revisión de las normas comunes para poder así reforzar la lucha contra la explotación sexual y laboral de las personas y adaptar a la realidad actual una regulación con más de veinte años ya.
Junto a las nuevas definiciones del delito, otra de las claves de la nueva norma es que se persiga penalmente en todos los países de la Unión Europea a los clientes que contraten servicios de prostitución con una persona, a pesar de ser conscientes de que se trata de una víctima de trata.
Reconocimiento de los hijos
El Parlamento Europeo obliga a reconocer la nacionalidad de los niños gestados en vientres de alquiler
Además, tal y como explica Europa Press, se tramitarán multas para las empresas que sean condenadas por traficar con personas, incluido vetando a estas compañías en licitaciones públicas o reclamándoles que devuelvan ayudas públicas o subvenciones.
Otra medida es permitir a los fiscales que elijan no perseguir a víctimas de explotación por actos delictivos que hayan podido cometer en ese tiempo y ofrecerles apoyo tanto si cooperan en investigaciones como si no.
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