
Ozempic
Ozempic, el tratamiento que ayudaría a las personas con problemas de peso y que Sanidad se niega a financiar
El estudio evaluó el uso de semaglutida para tratar la obesidad en personas sin diabetes, analizando sus beneficios cardiovasculares y el impacto económico
A pesar de ser uno de los medicamentos estrella, el Ozempic no es para todos los pacientes ni para todos los bolsillos. Este fármaco, que fue creado para tratar a los diabéticos, resultó también ser una promesa para las personas obesas o con sobrepeso, ya que les ayuda a perder peso. Sin embargo, no tienen tanta suerte: para ellos no existe una receta, lo que les obliga a pagarlo en su totalidad. Esta situación la critican algunos investigadores, quienes consideran que las personas con esta condición sufren también una enfermedad.
Los expertos se basan en un nuevo estudio publicado en la revista científica Canadian Journal of Cardiology, la cual afirma que la semaglutida –principio activo del Ozempic–, no es rentable con los precios actuales para personas con sobrepeso y obesidad. Sin embargo, si estos precios se regulasen y disminuyesen en mínimo un 50 %, podría alcanzar el valor de referencia en asistencia sanitaria.
Actualmente, este fármaco creado por la empresa danesa Novo Nosdisk, si no está financiado, suele costar 128,15 euros, una caja de 1 miligramo. Sin embargo, esto puede variar dependiendo de la farmacia que se compre, llegando a cifras de hasta 200 euros. El precio es elevado, por eso muchas personas sin diabetes que no lo necesitan no pueden acceder a él.
Un problema global y creciente
La obesidad es considerada una epidemia mundial. Cada año, aproximadamente 25.000 personas con obesidad (un 15 %) fallecen por enfermedades relacionadas con esta condición. Además, las proyecciones para 2035 indican que más de la mitad de la población mundial tendrá sobrepeso u obesidad, lo que aumentará el riesgo de padecer eventos cardiovasculares graves.
En este contexto, la demanda de semaglutida ha crecido notablemente en los últimos años, impulsada por el doble efecto que tiene, ya que regula el azúcar en sangre y, al mismo tiempo, reduce el apetito y ralentiza la digestión. Esto último ha llevado a que famosos como las Kardashians lo publicasen en sus redes sociales.
Beneficios y limitaciones del fármaco
El estudio evaluó el uso de semaglutida para tratar la obesidad en personas sin diabetes, analizando sus beneficios cardiovasculares y el impacto económico. Los investigadores utilizaron datos del ensayo SELECT, que demostró que las inyecciones semanales de este medicamento pueden reducir riesgos cardiovasculares. Para medir su efectividad, calcularon los años de vida ajustados por calidad (AVAC), una métrica que combina la duración y calidad de vida.
Con el precio actual del medicamento, tratar la obesidad tiene un coste de 49.060 euros por cada AVAC ganado, superando ampliamente el umbral aceptable de 33.620 euros. La probabilidad de que este tratamiento sea coste-efectivo con los precios actuales es solo del 14 %. Sin embargo, al reducir el precio en un 50 %, el coste bajaría a 25.006 euros por AVAC ganado, aumentando al 80 % la probabilidad de cumplir los criterios de coste-efectividad.
Los resultados del estudio destacan que los factores más determinantes en la rentabilidad de la semaglutida son su efecto en la mortalidad y su precio. Según la coinvestigadora Elissa Rennert-May, estos hallazgos podrían influir en las decisiones de incluir este medicamento en «os planes de salud pública para personas sin diabetes». Reducir el precio del medicamento no solo lo haría más accesible, sino que también podría generar «beneficios económicos y sanitarios a largo plazo».