Donald Trump, presidente de los Estados Unidos
Trump no cede ante la deriva 'woke' y limita el acceso de menores trans a tratamientos de cambio de género
Aunque estas restricciones ya se habían anticipado en medios de comunicación estadounidenses desde octubre, su formalización ha suscitado una oleada de críticas por parte de expertos en salud y defensores de los derechos LGTBIQ
El Gobierno de Estados Unidos, presidido por Donald Trump, anunció este jueves una serie de restricciones significativas dirigidas a limitar el acceso de menores de edad a tratamientos médicos vinculados al cambio de género. Estas medidas, que incluyen la posible retirada de fondos federales a los centros sanitarios que ofrezcan este tipo de atención, fueron presentadas como parte de un conjunto de políticas promovidas por la actual Administración desde su regreso al poder el pasado enero.
«Hoy estamos tomando seis acciones decisivas, guiadas por la ciencia de más alto nivel y la Orden Ejecutiva de la primera semana del presidente Trump, para proteger a los niños de la mutilación química y quirúrgica», afirmó Robert F. Kennedy Jr., secretario de Salud, durante una comparecencia ante los medios.
La iniciativa se enmarca dentro de un endurecimiento generalizado del discurso y las políticas en contra de las personas transgénero, impulsado por el Ejecutivo republicano. En esta línea, Kennedy Jr. indicó que había firmado una declaración que «rechaza los procedimientos de reasignación de sexo, ya que no son un tratamiento seguro ni efectivo para niños con disforia de género».
Entre las medidas anunciadas se incluye una propuesta de los Centros de Servicios de Medicare y Medicaid orientada a vetar la financiación pública de estos tratamientos. Si entrara en vigor, esta norma impediría que hospitales y profesionales de la salud que prestan atención médica de afirmación de género a menores recibieran fondos federales.
Asimismo, la Administración ha remitido cartas de advertencia a doce fabricantes de fajas torácicas, utilizadas habitualmente durante la recuperación tras mastectomías, con el objetivo de frenar su supuesta comercialización entre menores con disforia de género. Esta práctica, según Kennedy Jr., constituiría «violaciones regulatorias significativas». «Si los fabricantes no cumplen, podrían enfrentar medidas coercitivas, incluida la incautación de productos», advirtió.
El secretario también expresó su oposición a las iniciativas anteriores de la Administración de Joe Biden que pretendían incluir la disforia de género en la definición legal de discapacidad. En este sentido, sostuvo que el actual Gobierno trabaja para revertir dichos intentos.
Paralelamente, el Departamento de Salud difundió un comunicado dirigido a profesionales médicos, familias y responsables políticos, en el que se sostiene que «la evidencia actual no respalda las afirmaciones de que los bloqueadores de la pubertad, las hormonas de reasignación de sexo y las cirugías son tratamientos seguros y efectivos para la disforia de género en niños y adolescentes».
Aunque estas restricciones ya se habían anticipado en medios de comunicación estadounidenses desde octubre, su formalización ha suscitado una oleada de críticas por parte de expertos en salud y defensores de los derechos LGTBIQ. Los detractores de estas medidas denuncian que las nuevas normativas supondrán un obstáculo considerable para que menores trans accedan a atención médica especializada.
Cabe señalar que en la actualidad 27 estados estadounidenses ya han aprobado legislaciones que impiden o limitan la atención pediátrica de afirmación de género. A esta tendencia se suma la orden ejecutiva firmada por Trump a comienzos de su mandato, que restringe el uso de fondos públicos para cubrir procedimientos de reasignación de sexo. Estas decisiones reflejan una estrategia política más amplia, orientada a consolidar una postura restrictiva respecto a los derechos de las personas trans en el sistema sanitario del país.