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03 de mayo de 2024

Paneles solares en China

Paneles solares en ChinaAFP

China consigue reducir sus emisiones gracias a las renovables, pero sigue siendo el país más contaminante

El gigante asiático asegura que la mitad de la energía que ha producido este año es limpia y que alcanzará la neutralidad de carbono antes de 2060

La apuesta de China por las renovables es un hecho. En este medio hemos relatado en varias ocasiones algunas de las medidas que han ido implantando en los últimos años, como la ambición por instalar placas solares en todos los tejados o las diversas construcciones faraónicas, como parques eólicos gigantes o megaproyectos fotovoltaicos.
Sin embargo, también han seguido invirtiendo en carbón, y es que los diferentes gobiernos locales chinos aprobaron construir más centrales de carbón en los primeros tres meses de 2023 que en todo el año 2021, según revelan documentos oficiales y recoge la ONG Greenpeace.
Según datos de Climate TRACE, organización fundada por el exvicepresidente de Estados Unidos, Al Gore, los mayores emisores de gases de efecto invernadero del mundo volvieron a ser China, con 15.600 millones de toneladas; Estados Unidos, con 6.900; India, con cuatro millones, y Rusia, con 3,76 millones. De esta forma, si analizamos estos números, tan solo cuatro países concentraron el 56,3 % del las emisiones globales. No obstante, China y Rusia redujeron las suyas en comparación al año anterior cerca del 0,4 %, mientras que EE.UU. e India las aumentaron un 3,4 y un 5,38 %.
El gigante asiático ha decidido apostar por la creación de energía para ser autosuficiente y evitar un posible apagón que paralice su actividad y deje a sus miles de millones de habitantes sin electricidad. La cuestión es que, según datos proporcionado por la Administración Nacional de Energía de China, se ha aumentado la capacidad generada mediante energías renovables en un 20,8 % interanual en los primeros diez meses de 2023, lo que supone el 49,9 % del total de la generación energética en el país.
Según los datos difundidos por la agencia oficial Xinhua, el país asiático cuenta con 536 millones de kilovatios generados por fuentes fotovoltaicas o solares, 420 millones procedentes de hidroeléctricas, 404 millones de centrales eólicas y 44 millones a partir del procesamiento de biomasa. De acuerdo a la citada Administración, China espera superar a finales de este año la cifra de 1.450 millones de kilovatios de capacidad energética obtenida a partir de renovables.
Entre los meses de enero y octubre de este año, la generación de energía procedente de fuentes limpias alcanzó en China 2,33 billones de kilovatios por hora, algo que corresponde al 31,8 % de toda la energía producida en el país en ese período.

Primer emisor del mundo

A pesar de los avances logrados, en 2021, China emitió 15.600 millones de toneladas de CO2 equivalente, lo que la mantiene como el primer emisor mundial. El carbón genera la mitad de estas emisiones, y es que, según la AIE, China genera a partir de este combustible fósil un 60 % de su electricidad. La industria, por su parte, es responsable del 36 % de las emisiones, mientras que los transportes contribuyen en un 8 % y la construcción en un 5 %.
Los objetivos del país no son muy ambiciosos, por lo que es probable que se cumplan si sigue esta senda. En 2020, el presidente Xi Jinping prometió que China intentaría alcanzar su pico de emisiones de carbono antes de 2030 y lograr antes de 2060 la «neutralidad de carbono».
Para ello, deberá ir prescindiendo del carbón, algo a lo que a día de hoy el país se muestra reticente. Cualquier fórmula que evoque una salida o una reducción de las energías fósiles es una cuestión espinosa en cada ronda de negociaciones sobre el clima, por lo que todo apunta a que en el corto y medio plazo China continuará encabezando la lista de países más contaminantes.
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