Qué son las velellas, los seres gelatinosos presentes en las playas españolas que desconciertan a los expertos

En España estamos ya acostumbrados a convivir en verano con diversos tipos de medusas que se acercan a las costas e impiden el baño de veraneantes y nativos. De igual manera, otro tipo de seres como las carabelas portuguesas, que no son medusas sino una especie colonial monotípica de hidrozoo sifonóforo, han atemorizado a ciudadanos de zonas que no están habituados a la presencia de agentes extraños que impidan el baño, como es el caso de zonas del Cantábrico y el Atlántico.

Pues bien, a estas visitas que se suelen concentrar en período estival tenemos que sumar ahora la de la Velella velella, llamada simplemente velella y también conocida como vela de mar o vela púrpura. Se trata de un pequeño hidrozoo de color azul intenso que se ha detectado en los últimos días en algunos arenales de Gerona y que ha desconcertado a los expertos.

Aunque se suelen confundir con medusas, estos cnidarios de unos siete centímetros de diámetro no forman parte de esa familia y poseen una particularidad, y es que cuentan con una vela que les permite desplazarse por la superficie del mar con ayuda de la fuerza del viento. Tienen también una serie de tentáculos que utilizan para atrapar plancton, del que se alimentan.

Suelen habitar en mares templados y tropicales y, al estar a merced de los vientos, es habitual que se produzcan varamientos como el de Gerona. No obstante, esto suele ocurrir durante la época primaveral, en ningún caso durante épocas frías como la actual.

La primavera pasada, por ejemplo, se dieron casos de presencia de velellas en Tarifa (Cádiz), Tarragona, Ibiza, La Coruña o Vizcaya. Sin embargo, su aparición en pleno mes de febrero en las costas gerundenses ha desconcertado a los expertos.

La aparición de estos pequeños seres vivos podría ser la respuesta a varios días consecutivos en los que han predominado los vientos marítimos y que también ha provocado un clima mayoritariamente nublado en el litoral catalán en los últimos días.

No obstante, desde Eltiempo.es destacan que el adelanto inusual de este fenómeno podría estar vinculado a cambios en los patrones oceánicos derivados del calentamiento global. Esta presencia temprana de colonias en la Costa Brava puede sugerir una alteración en su comportamiento migratorio, lo que podría ser una señal de modificaciones en los ecosistemas marinos.

Las temperaturas del Mediterráneo se han disparado en los primeros meses de 2025, siendo la media de 16,72 ºC. En el mismo periodo de 1982, al inicio de la serie, el valor medio fue de 15,37 ºC, es decir, se ha producido un calentamiento de 1,35 ºC en 43 años. Este aumento también puede haber influido en el adelanto del fenómeno, ya que el incremento térmico en el agua costera altera su composición y la hace más similar a la del océano abierto. Como resultado, este tipo de especies habituales mar adentro encuentran las condiciones favorables para acercarse a la costa.

Sin peligro para las personas

Desde las autoridades de las localidades donde han aparecido, como Palamós, Palafrugell o Lloret de Mar, recalcan que se trata de un fenómeno natural que durante el año se produce en ámbitos costeros y recuerdan que no comporta ningún peligro para las personas, ya que sus células urticantes no pueden atravesar la piel ni inyectar veneno.

Por tanto, según resaltan desde el Ayuntamiento de Palamós, uno de los municipios que ha experimentado la visita de estos seres en los últimos días, «no existe ningún peligro si se toca con las manos, brazos, piernas o pies. Solo hace falta tener la precaución de no tocarlas con la cara, debido a que hay muchas mucosas y la piel es mucho más sensible, y en este caso sí que podría haber alguna reacción».