
Personas bañándose en la playa de s'Arenal de Mallorca
Las aguas que rodean España registran máximos históricos de temperatura antes del verano
Las temperaturas actuales en el mar Mediterráneo se acercan o superan los 24 grados, con máximos de 25 grados en zonas próximas a las Islas Baleares
Las aguas que rodean la península ibérica y los archipiélagos presentan en estas fechas niveles térmicos inusuales. Según ha explicado a Efe José Ángel Núñez, portavoz de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), el incremento de temperaturas marinas no se trata de un fenómeno aislado, sino de un proceso progresivo ligado a la dinámica acoplada entre el mar y la atmósfera. Núñez advierte de que «el calor se intercambia de forma constante», lo que permite que el calentamiento del aire repercuta rápidamente en la temperatura del mar, especialmente en cuencas pequeñas y cerradas como el Mediterráneo.
El portavoz incide en que «el calor no solo afecta a la superficie: se acumula y se va propagando en profundidad». Esta acumulación térmica provoca que los picos de calor lleguen cada vez más temprano en el año y con mayor intensidad, superando récords pasados.
El Mediterráneo, la zona más castigada
Las temperaturas actuales en el mar Mediterráneo se acercan o superan los 24 grados, con máximos de 25 grados en zonas próximas a las Islas Baleares. De acuerdo con los registros hasta el 4 de junio, 35 de los 155 días transcurridos en 2025 han marcado récords históricos para esa fecha, lo que supone casi una cuarta parte del año con valores extraordinariamente altos.
Núñez destaca que el Mediterráneo occidental, particularmente el entorno marítimo de Baleares –entre Mallorca, Menorca y las costas de la Comunidad Valenciana y Cataluña–, ha experimentado el incremento más significativo: «En estas áreas, el aumento ha sido de 1,3 grados centígrados, lo que supone más del doble del registrado en Finisterre y casi el doble que en Canarias».
Atlántico y Cantábrico: calentamiento más lento
El océano Atlántico, aunque también presenta signos inequívocos de calentamiento, lo hace a un ritmo más pausado. Esto se debe a que sus aguas abiertas y profundas redistribuyen mejor la energía térmica, gracias a la mezcla con aguas frías del fondo y a las corrientes marinas. En la costa gallega, por ejemplo, se han medido valores entre 17 y 18 grados.
En cuanto al mar Cantábrico, también se está viendo afectado por el aumento de la temperatura global y por alteraciones en la circulación oceánica del Atlántico Norte, incluida la corriente del Golfo. El pasado 4 de junio se registraron temperaturas superficiales de 22 grados en el Cantábrico oriental, 20 grados en la parte central y entre 17 y 18 grados en el sector occidental.
Los registros térmicos máximos en las aguas españolas durante el periodo 1940-2024 se concentraron en los años 2022 y 2023. Por el contrario, los mínimos datan de principios de los años cuarenta en el Mediterráneo y de 1972 en el Atlántico. Esta evolución revela una tendencia sostenida de calentamiento, con especial incidencia en los veranos recientes.
Más evaporación y fenómenos extremos
El calentamiento del mar está íntimamente vinculado a transformaciones en el ciclo hidrológico. Según Núñez, la acumulación de calor en la superficie del mar y en la atmósfera ha dado lugar a una intensificación de la evaporación, especialmente en los meses estivales. Esa mayor cantidad de vapor de agua en la atmósfera incrementa la energía disponible para la formación de sistemas meteorológicos, lo que puede desembocar en fenómenos más intensos y torrenciales cuando se dan las condiciones adecuadas.
El calentamiento de los mares que bañan España no solo es una realidad constatable, sino que se traduce en efectos tangibles sobre el clima y el medio marino. El Mediterráneo occidental, y especialmente la zona de Baleares, se sitúa como el área más afectada por esta tendencia al alza en las temperaturas del mar.