La vicepresidenta del Gobierno y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Sara Aagesen
Aagesen inaugura la Convención Climática en Ponferrada sin la asistencia del PP y con cuatro ministros
El consejero cántabro de Vivienda ha calificado el marco planteado por el Ejectutivo de «insuficiente, unilateral y alejado de la realidad competencial y territorial del país»
Una delegación del Gobierno, encabezada por la vicepresidenta Sara Aagesen, inaugurará este lunes en Ponferrada (León) la llamada Convención por un Pacto de Estado Frente a la Emergencia Climática, un acto que el Ejecutivo presenta como un espacio de consenso, aunque llega rodeado de escepticismo y con importantes ausencias políticas.
Según el Ministerio para la Transición Ecológica, existe «mucho ánimo de consenso» para enriquecer el borrador inicial. Sin embargo, el propio Gobierno reconoce que el encuentro no pasa de ser un foro «abierto al diálogo», sin compromisos concretos ni garantías de participación efectiva de todas las administraciones. De nuevo, el Ejecutivo apela a la colaboración mientras mantiene un control centralizado del proceso.
La convención, que se prolongará hasta el martes, pretende recopilar propuestas frente a la emergencia climática, una crisis que castiga con especial dureza a España y que en los últimos meses ha dejado un rastro de catástrofes naturales ante las que el Gobierno ha respondido, según numerosas voces críticas, con medidas reactivas e insuficientes.
El Ejecutivo insiste en que el proceso será «muy abierto», aunque sin calendario claro ni mecanismos de seguimiento, lo que alimenta la sensación de improvisación y falta de voluntad política real. El objetivo, dicen, es elevar las conclusiones al Congreso, pero sin precisar cuándo ni bajo qué criterios.
El programa incluye tres plenarios sobre políticas forestales, hídricas y de emergencia, además de mesas con representantes de la sociedad civil. Sin embargo, el formato ha sido cuestionado por su carácter más simbólico que operativo, y por la ausencia de una planificación concreta que traduzca las reflexiones en políticas efectivas.
La falta de consenso se evidencia también en la decisión de las comunidades y ciudades autónomas gobernadas por el Partido Popular de no asistir. El consejero cántabro de Vivienda, Roberto Media, ha calificado el marco planteado por el Gobierno de «insuficiente, unilateral y alejado de la realidad competencial y territorial del país».
Estas comunidades reclaman paralizar el pacto gubernamental y negociar un verdadero «marco de cogobernanza», con financiación estable y criterios objetivos, algo que el Gobierno, por el momento, no ha garantizado. En definitiva, una convención que pretende proyectar imagen de diálogo y compromiso, pero que llega marcada por la división, la falta de transparencia y la desconfianza de buena parte del territorio.