Imagen de archivo de un jabalí
España tiene 2,4 millones de jabalíes: el nuevo mapa europeo revela un riesgo sanitario creciente
Pese al incremento medio de las capturas por caza en la última década, el estudio revela que la población de estos animales ha crecido de manera «constante y acelerada»
Antes del último brote de peste porcina africana, la población total de jabalíes en Europa se estimaba entre 13,5 y 19,6 millones de ejemplares. Así lo refleja el primer mapa armonizado a escala europea sobre la densidad de esta especie, que ha sido elaborado con un nivel de resolución sin precedentes. En el caso concreto de España, el informe cifra en 2,4 millones el número de jabalíes que habitan en el país.
Este mapa, que cubre toda la geografía europea, ha sido desarrollado por el consorcio ENETWILD en colaboración con la red de especialistas del Observatorio Europeo de Fauna Silvestre (EOW). En su confección ha intervenido también el Grupo de investigación en sanidad y biotecnología del Instituto de Investigación en Recursos Cinegéticos (IREC), una entidad en la que participan el Consejo Superior de Investigaciones Científicas, la Universidad de Castilla-La Mancha y la Junta autonómica.
La iniciativa, que se ha plasmado como una publicación técnica de la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA), tenía como propósito sustituir los antiguos índices de abundancia –que simplemente indicaban si había más o menos ejemplares– por estimaciones más precisas de densidad. En este caso, se ha logrado calcular el número de jabalíes por kilómetro cuadrado, alcanzando una resolución espacial de 2 x 2 kilómetros, algo que, según el IREC, representa un grado de detalle «nunca alcanzado para una especie silvestre terrestre en Europa».
Gracias a esta metodología, se obtiene una representación más realista desde el punto de vista biológico, además de permitir una mejor comparación entre países y una utilidad directa para los modelos epidemiológicos y de evaluación de riesgos. Los datos del mapa han sido ajustados a partir de información empírica recogida en unos 80 puntos de observación distribuidos por todo el continente.
Pese al incremento medio de las capturas por caza en la última década, el estudio revela que la población de jabalíes ha crecido de manera «constante y acelerada», lo que, a juicio de los expertos, supone un «riesgo crítico» para la sanidad animal y para la economía del medio rural. En particular, la propagación de enfermedades como la peste porcina africana representa una amenaza latente.
Uno de los principales obstáculos para abordar esta problemática era la disparidad en la recogida de datos entre países, ya que cada uno empleaba métodos diferentes para contabilizar sus poblaciones. El nuevo mapa soluciona esta dispersión al ofrecer una visión unificada que permitirá acometer medidas coordinadas y más eficaces.
El análisis muestra una concentración significativa de jabalíes en Europa occidental, especialmente en España, Francia, Italia, el centro del continente y la región adriática. En cambio, su densidad disminuye al avanzar hacia el este y el norte, con la notable excepción de Noruega, donde también se observa una alta presencia de la especie.
En la Península Ibérica, el documento señala zonas de «densidad poblacional extrema», particularmente en el corredor mediterráneo, que va desde el sur de Francia y Cataluña hasta el sureste español. Se trata de un área de especial preocupación por su cercanía a regiones con alta concentración de cerdos domésticos y una densa red de infraestructuras viarias.
En Cataluña, por ejemplo, se superan los 200.000 ejemplares, dentro del total estimado de 2,4 millones en toda España. La Red de seguimiento de Fauna Silvestre Terrestre (FAUNET), dependiente del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, ha sido clave en este proceso, mediante la técnica del fototrampeo aplicada en múltiples poblaciones a lo largo del territorio nacional.
La obtención de datos fiables sobre densidad permite comprender mejor cómo se transmite, persiste y se expande la peste porcina africana. Además, ayuda a reforzar las labores de vigilancia sanitaria, la detección de cadáveres y las acciones de control.
El IREC subraya que los registros de caza pueden convertirse en una herramienta estratégica para analizar si las medidas de control poblacional están siendo eficaces. Al cruzar estos datos con los modelos de densidad, es posible calcular las «tasas de extracción» y determinar si la presión cinegética es adecuada para frenar la expansión de la especie y limitar el riesgo sanitario.
El organismo concluye que esta investigación supone un hito en la vigilancia sanitaria del ámbito europeo, y pone de relieve que «la cooperación científica internacional es la única herramienta capaz de enfrentar retos biológicos que no entienden de fronteras».