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Christine Lagarde, presidenta del Banco Central Europeo (BCE)EFE

Criptomoneda

El euro digital, cada vez más cerca: el BCE elige a sus socios

El máximo organismo europeo ha publicado el camino para poner en marcha esta nueva divisa y cómo regular su uso

El mundo de las criptomonedas llegó con fuerza y ya parece asentado en todo el mundo. El modo de operar de este sector es a base de prueba y error. Países que se arruinan por ponerse en manos del bitcoin como El Salvador o pequeños inversores que se acaban haciendo millonarios gracias a que un día apostaron por este tipo de monedas.
La criba llega cada cierto tiempo. Bajadas de las cotizaciones que provocan la desaparición de criptomonedas. Alzas que ponen el bitcoin a 60.000 dólares tan rápido como lo bajan a menos de 20.000.

El valor del 'blockchain'

El blockchain, que permite verificar las transacciones y evitar cualquier tipo de fraude, es más valioso y seguro que el de las divisas tradicionales y esto ha llevado a los diferentes gobiernos y hasta al Banco Central Europeo (BCE) a lanzar equipos de trabajo que den forma a monedas virtuales.
El prototipo de euro digital ya está en marcha desde abril de 2022. El BCE ha publicado ahora los pliegos y los resultados de un incipiente proyecto que llevará a cabo con varios socios en los que quiere apoyarse por su conocimiento en el sector digital.

Amazon o CaixaBank

De los 54 proveedores, el BCE ha elegido a CaixaBank, Amazon, Wordline, EPI y Nexi para afrontar la creación del euro digital y mantener más estable un mercado de criptodivisas muy fluctuante donde miles de personas se han metido sin conocimientos.
El BCE asegura que «el objetivo de este ejercicio es poner a prueba la integración de tecnología de un euro digital con los prototipos desarrollados por las empresas».
CaixaBank se ocupará de implementar el sistema de pagos en línea de persona a persona (P2P). Amazon trabajará en un sistema de pagos de comercio electrónico en los que se podrá utilizar el euro digital. Worldline afrontará los pagos offline de persona a persona y EPI y Nexi en los puntos de venta para conocer cuál de las dos partes implicadas envía o recibe dinero.
EL BCE ya ha advertido de que se trata de un medio de pago alternativo a otros, pero que nunca sustituirá a las monedas y billetes. En lo que insiste el organismo es en que «no debería convertirse en un instrumento de inversión», aunque esta premisa será imposible de controlar una vez que el euro digital entre en circulación.
Evitar falsificaciones, robos o el uso de otras monedas digitales creadas en China o Estados Unidos sería la labor del euro digital en el que trabaja el BCE desde hace meses.
Se espera que a finales de 2023 haya algunas conclusiones, aunque el camino para la nueva stablecoin será largo.