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19 de mayo de 2024

Los directores de la excavación se sientan sobre los restos de la muralla

Los directores de la excavación se sientan sobre los restos de la murallaYaniv Berman / Autoridad de Antigüedades de Israel

Hallan un tramo de muralla en la antigua Jerusalén que confirma un relato de la Biblia

La investigación también ha confirmado que la ciudad era «más grande de lo que se pensaba durante los reinados de David y Salomón»

Arqueólogos han hallado restos del tramo de una antigua muralla que podrían demostrar la veracidad de un pasaje de la Biblia. Hasta el momento, los expertos creían que una parte de muro en el corazón original de la ciudad fue construido por Ezequías, rey de Judá, cuyo reinado abarcó los siglo VII y VIII a.C.
Él había presenciado la destrucción de sus vecinos del norte, el reino de Israel, por parte del Imperio asirio, y se pensaba que había construido el muro para defenderse de los invasores. Sin embargo, el nuevo estudio desvela que fue construido por su bisabuelo, Uzías, después de un gran terremoto, reflejando así el relato de las Sagradas Escrituras.

Datación por carbono 14

En Antiguo Testamento describe la construcción en el Segundo Libro de las Crónicas. «Uzías construyó torres en Jerusalén en la Puerta de la Esquina, en la Puerta del Valle y en el ángulo de la muralla, y las fortificó», se puede leer. Asimismo, las Escrituras también atestiguan la actividad sísmica: el Libro de Amós del Antiguo Testamento data de «dos años antes del terremoto, cuando Uzías era rey de Judá».
El estudio, un proyecto conjunto del IAA, la Universidad de Tel Aviv y el Instituto Weizmann de Ciencias que ha durado casi una década, utilizó la datación por carbono 14. Elisabetta Boaretto, del Instituto Weizmann, explicó que «la resolución del c-14 era muy mala: 200-300 años; era imposible distinguir nada más. Con el trabajo que hemos realizado en la Ciudad de David, hemos conseguido alcanzar una resolución inferior a 10 años, lo que es realmente algo muy nuevo y espectacular».
Los científicos tomaron sus muestras de artefactos orgánicos hallados en cuatro excavaciones diferentes en el antiguo corazón de Jerusalén –a veces llamada Ciudad de David– entre ellos había semillas de uva, huesos de dátiles e incluso esqueletos de murciélagos.
Todos se limpiaron, se convirtieron en grafito y luego se introdujeron en un acelerador de partículas a velocidades de 3.000 km por segundo para separar el carbono 14 de otros materiales orgánicos. La medición del carbono reveló entonces la verdadera edad de la muestra.

La antigua Jerusalén es mucho más grande de lo que se creía

Yuval Gadot, de la Universidad de Tel Aviv, afirmó que el método también había retrasado cinco generaciones la expansión de la ciudad hacia el oeste. «Hasta ahora, la mayoría de los investigadores habían vinculado el crecimiento de Jerusalén hacia el oeste al periodo del rey Ezequías, hace poco más de 2.700 años», detalla Gadot. De esta manera, la suposición convencional ha sido «que la ciudad se expandió debido a la llegada de refugiados del reino de Israel en el norte, tras el exilio asirio», continúa.
«Sin embargo, los nuevos hallazgos refuerzan la opinión de que Jerusalén creció en tamaño y se extendió hacia el monte Sión ya en el siglo IX a.C.», concluye el profesor de la Universidad de Tel Aviv, una expansión que ocurrió durante el reinado de Joás, cien años antes del exilio asirio.
Recreación de la ciudad de Jerusalén durante el periodo del Primer Templo

Recreación de la ciudad de Jerusalén durante el periodo del Primer TemploYaniv Berman / Autoridad de Antigüedades de Israel

Estos nuevos datos que han revelado la investigación muestra que la expansión de Jerusalén «es el resultado del crecimiento demográfico interno de Judea y del establecimiento de sistemas políticos y económicos», además de confirmar que «la ciudad era más grande de lo que se pensaba durante los reinados de David y Salomón».
Joe Uziel de la IAA comentó que «esta investigación ha demostrado que la ciudad, durante el siglo X a.C., la época de David y Salomón, estuvo ocupada en diferentes zonas, y parecía haber sido más grande de lo que pensábamos anteriormente. Hemos podido identificar edificios concretos y relacionarlos con determinados reyes mencionados en el texto bíblico».
El reino de Judá duraría hasta el año 587 a.C., cuando los babilonios asediaron y destruyeron su capital, Jerusalén, junto con el Templo de Salomón, a menudo llamado Primer Templo.
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